Las estrellas adolescentes también le declaran la guerra al ‘body shaming’
Las lágrimas de Jennifer Aniston en el Festival de Cine de Giffoni son la última muestra de uno de los grandes males que han traído consigo las redes sociales: el ‘body shaming’. “Harta del escrutinio como deporte”, la actriz de ‘Friends’ alentaba a las nuevas generaciones a que luchen contra esta epidemia de negatividad, de crítica gratuita que se esconde tras los perfiles anónimos de miles de usuarios. Un mensaje que también sostienen las ídolos teen, famosas en plena adolescencia que ya han tenido que mostrarse firmes ante el bullyng físico.
“Cuando ves un acoso, tienes que acabar con ello y no permitirlo”. Jennifer Aniston se ha convertido en la voz más firme contra el ‘body shaming’ en Hollywood. “No tengo suficientes dedos en las manos y en los pies para contar cuantas veces me ha pasado”, aseguraba en el Festival de Giffoni a la pregunta de una adolescente sobre si alguna vea ha tenido una crisis de identidad. “Nos sucede a todos cuando termina el día. Da igual si somos una camarera, un panadero o un estudiante (…) Pensé muchas veces que esto era demasiado, ¿soy lo suficientemente buena? Pero de alguna manera milagrosa, te repones”.
Un mensaje que Jennifer Aniston dirige especialmente a las más jóvenes, la nueva generación de mujeres que tiene que luchar contra la importancia del aspecto físico en la sociedad actual. “La perfección es la enfermedad de una nación”, afirmaba Julia Roberts en una foto subida a Instagram sin una gota de maquillaje. También Alicia Keys, Sarah Jessica Parker o Amy Schumer se han mostrado contrarias al ‘body shaming’, que afecta especialmente a las celebrities más jóvenes por su presencia en las redes sociales.
Jennifer Lawrence es la actriz más taquillera de Hollywood pero ni aún así se libra de las críticas por su aspecto físico. “Todo el mundo me dice que le encanta que haya alguien en Hollywood con un cuerpo normal. No creo que tenga un cuerpo normal. Hago pilates todos los días. Como, pero hago mucho más ejercicio que una persona normal. Creo que nos hemos acostumbrado tanto a la extrema delgadez que cuando tienes un peso normal es como ‘Oh, Dios mío, tiene curvas’. Lo cual es una locura”, explica la intérprete de ‘Los Juegos del Hambre’.
Para Demi Lovato la experiencia ha sido más dura. La actriz y cantante llegó a sufrir trastornos alimenticios debido a la presión de la industria del entretenimiento. Logró superarlo pero aún sigue luchando con los comentarios negativos. “Mi cuerpo no es perfecto, no estoy delgada, pero esto es lo que soy. ¡Y me encanta!”, publicó hace unas semanas en Snapchat.
Instagram ha sido la red social elegida por Ariana Grande para poner en su sitio a un usuario que aseguraba que era “como un palo” por no tener curvas. "¡La diversidad es sexy! Quererte a ti mismo es sexy. ¿Sabes lo que no es sexy? La misoginia, la objetivación, las etiquetas y las críticas por el físico".
Claramente, también a las chicas delgadas les afecta el ‘body shaming’. Emma Stone admitía que muchas veces “me he quedado mirando al espejo sintiéndome mal conmigo misma” por los comentarios que leía sobre su delgadez. “Siempre somos demasiado delgadas, demasiado gordas, demasiado altas o demasiado bajas. Me preocupan las chicas jóvenes. Nos avergonzamos entre nosotros y nos avergonzamos a nosotros mismos. Es un asco”.
“Mi cuerpo no es asunto tuyo”. Así de contundente se mostraba Kesha por los comentarios de un ‘hater’ sobre su subida de peso. “Acosar a alguien que ha contado públicamente sus problemas de autoestima es bastante cruel. Gracias a dios, estoy en un momento de mi vida en el que me siendo fuerte para lidiar con tus comentarios. Así que, en beneficio de todos, para”.
Las modelos también saben lo que es lidiar con la crítica gratuita a su cuerpo. Es increíble que una top del nivel de Gigi Hadid tenga que ir dando explicaciones. “Si no te gusta, no me sigas, no me mires”, escribía en Instagram harta de las críticas. “Si no tuviese este cuerpo, no hubiese podido tener la carrera que tengo. Estoy orgullosa de ello”.
La envidia es el peor de los males y que las famosas muestren su felicidad en las redes sociales molesta y deja la puerta abierta al comentario dañino. Chloë Grace Moretz lo notó a partir de que se confirmara su romance con Brooklyn Beckham, las críticas se hicieron más fuertes y cada día ella se iba sintiendo peor. “¿Cuándo se cansarán ciertas personas de esconderse tras la pantalla de un ordenador para llamar a alguien gorda o masculina?”, preguntaba a sus más de dos millones de seguidores en Twitter.
Ser una de las actrices más de moda gracias a ‘Pequeñas mentirosas’ no hizo que Sasha Pieterse se librara del ‘body shaming’ cuando su cuerpo cambió. “La gente estaba como enfadada porque hubiera ganado peso. Empezaron a ponerme motes, a burlarse. No fue hasta que comenzaron a preguntar y a dar por supuesto que estaba embarazada cuando decidí decir algo al respecto (…) He aprendido que si quiero hacer carrera en esta industria, he de desarrollar una segunda piel para protegerme”.