Desde Rusia con amor... a la moda
París, Milán o Nueva York son las capitales de la moda... pero cuidado: ahora lo más en lo 'fashion' es tener acento ruso. Buena culpa de ello lo tienen las nuevas it-girls venidas del frío, que combinan con total elegancia la tradición eslava, las marcas más exclusivas y las fortunas de sus señores maridos. Además, todas ellas han hecho piña y ya se les conoce como 'La armada rusa'. A ver si, de paso, se unen a las críticas contra Putin por su oleada de medidas anti-homosexuales.
Quizás no sean tan conocidas como Alexa Chung u Olivia Palermo, pero cada vez es más frecuente verlas en los front-row y los kissing room de los principales desfiles. Además, los fotógrafos de street-style las adoran por su atrevimiento y buen gusto. Ellas se dejan querer por diseñadores y followers, introduciendo un poco el estilo de su tierra natal, Rusia.
La más conocida es Miroslava Duma, que con su apenas metro y medio de altura se atreve con los vestidos más atrevidos de la pasarela. Nacida en 1985, es hija de un conocido senador ruso, perteneciendo a la élite adinerada del país. Con 24 años fue directora de Harper’s Bazaar Rusia y actualmente trabaja como editora freelance de moda para publicaciones como Glamour, Tatler u OK Magazine, además de fundar su propia página web de moda.
Con todo, a Mira le ha dado tiempo de ser madre del pequeño George, fruto de su matrimonio con el empresario ruso Alexei Mikheyev. Adora firmas como Miu Miu, Yves Saint Laurent, Lanvin, Prada o Alexander Wang, aunque no duda en exportar diseño ruso siempre subida a sus altísimos tacones. Le encantan los estampados, las prendas oversize, los sombreros llamativos, los vestidos románticos…. Todo junto o por separado, esta claro que lleva la moda en las venas y así lo han sabido ver los gurús del street-style: The Sartorialist, Garance Doré o Tommy Ton han caído rendidos a sus pies.
Este poder lo ha utilizado para crear una ONG, Peace Planet, que lucha por diferentes causas sociales normalmente relacionadas con su país, donde es toda una celebridad.
Comparte flashes e interés con su BFF, Elena Perminova, no así orígenes sociales. La de esta rubia de porte aristocrático es una historia digna de telenovela. Con 16 años fue arrestada por vender droga en una discoteca, pero por colaborar con la policía llegó a un acuerdo.
Su padre, un humilde trabajador de Siberia, le pidió a un diputado ruso que la ayudara a entrar en un programa de protección de testigos ante las amenazas de muerte que recibía la niña. El diputado era el ex miembro del KGB y millonario oligarca Alexander Lebedev, su actual marido.
Los 20 años de diferencia no han sido problema para crear una familia (tienen dos hijos, Nikita de 3 años y Egor de 1) y para establecerse en la alta sociedad, donde ella se mueve como pez en el agua. Su particular estilo le ha convertido además en un referente, sobre todo en Instagram, donde sus seguidoras “matarían” por cualquiera de sus outfits. Marni, Chanel, Kenzo o Mary Kantrantzou están entre sus diseñadores fetiche. Así cualquiera… sobre todo con esa percha.
El trío de it-girls jovencitas lo completa Vika Gazinskaya, que no sólo es una de ellas sino que además las viste. Vika diseña y sus colecciones son cada vez más requeridas por las fashionistas de medio mundo. Destaca por la originalidad en la puesta en escena de sus desfiles y por su gusto por el Hollywood de los años 50, con un aire naif muy reconocido y reconocible.
Esta moscovita de 32 años comparte con su amiga Duma su rostro aniñado y el gusto por los excesos estilísticos. Sus favoritos son los accesorios para la cabeza, con tocados, gorras y detalles para el cabello realmente interesantes, además de las joyas de tamaño XL, los bolsos de colores, las gafas de sol y las estolas.
Todas ellas han sabido heredar el buen hacer de una de esas mujeres por las que los años pasan pero para mejor. Ulyana Sergeenko lleva años demostrando en París que en Rusia saben, y mucho, de moda. Modelo frustrada y fotógrafa ocasional, sus prendas han subido a la pasarela parisina de Alta Costura y de sus talleres han salido exclusivos vestidos para celebrities de la talla de Zhang Yupi, Lady Gaga, Rita Ora o su gran amiga Natalia Vodianova.
Su sello de identidad es el color negro, los tacones de vértigo y las gafas de sol, todo combinado con maestría para conseguir looks impactantes. Nada de “menos es más”, las it-girls demuestran con su estilo que el frío les ha aclarado las ideas y que el exceso también puede ser elegante. Seguirlas es morir de envidia pero también aprender, poco a poco, lecciones de moda avanzada.