Recién instalada en Madrid, Lucía Rivera Romero tiene dos objetivos: triunfar como modelo igual que su madre y recuperar el tiempo perdido con su padre. La hija de Blanca Romero espera desfilar en las mejores pasarelas y trabajar con los fotógrafos más reputados, mientras lima asperezas con su padre adoptivo, Cayetano Rivera, con el que tuvieron un periodo de distancia. "Fue un problema de orgullo, que nunca lleva a nada bueno y menos entre padre e hija, pero lo hemos solucionado".
El parecido con su madre, Blanca Romero, es más que evidente. A sus 18 años, Lucía Rivera Romero quiere seguir sus pasos y para ello se ha venido a Madrid a vivir, lejos del Gijón que le ha visto crecer y de su madre y su hermano Martín, al que adora sobre todas las cosas.
Toca una nueva etapa, en un piso compartido y buscándose la vida entre las agencias de moda, los castings y los eventos de la capital, como ya hiciera su madre en su juventud. Ella es precisamente su mejor maestra: "Me corrige los típicos fallos que se tienen al comenzar", asegura Lucía, que sabe que siempre buscarán semejanzas con ella, "pero llevo muy bien que me comparen con mi madre porque para mí ella es un pibón”.
Su relación es estupenda. Blanca incluso sale con su hija mayor de fiesta y se relaciona con las amigas de ella ("es que son divertidísimas"). Se lo cuentan todo, alientan sus sueños y forman una familia unida. "Se dedica a cuidarnos. Es mi mejor amiga y me da consejos. Me deja libertad, pero me marca unas reglas".
Recuperar el tiempo perdido
Diferente a lo largo de los años ha sido la relación con Cayetano Rivera. Tres años después de que naciera Lucía, el hermano de Fran Rivera contraía matrimonio con Blanca Romero y reconocía legalmente a Lucía e incluso le daba su apellido.
Sin embargo, tras su separación en 2004, la relación del diestro y Lucía se fue enfriando e incluso Cayetano reconocía que aunque "la he querido y la quiero, pero hace un par de años que no hablo con ella". La distancia y "el orgullo" hicieron mella y Lucía comenzó a lanzar mensajes a través de las redes sociales: "No tengo tiempo porque siempre llegas tarde, tienes esa habilidad para destrozarme como nadie" o "El que da y nunca recibe, un día se cansa. Recuérdalo bien. El que cree que mucho tiene y no lo cuida... un día pierde", escribía en su Twitter (@luinfinitelove).
A Cayetano le dolió que Blanca Romero sacara de repente al padre biológico de Lucía en las redes sociales, un modelo británico de nombre Warren con el que la pequeña jamás ha tenido ningún tipo de relación. "No entiendo por qué actúa así en este momento", manifestó el torero al enterarse de todo. Además, su hija tampoco fue a su boda con Eva González, la relación estaba en el peor momento...
Pero en los últimos meses hemos visto una actitud bien distinta en las redes sociales y en sus actos públicos. Lucía felicitaba a Cayetano por su cumpleaños y compartía una bonita imagen juntos: "Quien tiene magia no necesita trucos, gracias por tanto, te quiero".
"Ahora espero recuperar el tiempo perdido con Cayetano, mi padre. Es verdad que tuvimos un periodo de distancia. Fue un problema de orgullo, que nunca lleva a nada bueno y menos entre padre e hija, pero lo hemos solucionado. Eva (González) me parece encantadora. Es divina y perfecta, y me gusta que esté con mi padre", comentaba Lucía en un reciente acto promocional, abriendo la puerta a retomar su relación paterno-filial. "El orgullo no lleva a ninguna parte y menos entre un padre y una hija. No estamos hablando de dos amigos, sino de una familia", reflexionaba.
Próxima meta: Victoria's Secret
Como podemos ver en Instagram, su mundo está delante de las cámaras. Lucía Rivera Romero nos ofrece sus mejores poses en la red social, ensayando para las producciones de moda que espera que le vayan surgiendo en esta nueva etapa de su nueva vida.
Desde pequeña ha vivido entre focos, acompañaba a su madre a las sesiones de fotos y pensaba "quiero ser como ella". Debutó precisamente junto a Blanca para Emporio Armani, aunque ahora quiere recorrer su propio camino. Su sueño: desfilar un día para Victoria's Secret.