Tiger Woods fue el jugador más precoz en liderar el ranking de los mejores golfistas del mundo. Una hazaña que ha superado una menuda neozelandesa de rasgos orientales y gran amor por los selfies: Lydia Ko es, a sus 17 años, nueve semanas y siete días, la nueva número uno del golf femenino. Su próximo objetivo es ganar un gran torneo antes de cumplir la mayoría de edad y convertirse en una leyenda de este deporte.
“Tiene un talento excepcional y una madurez impropia de su edad” decía en 2014 la revista Time cuando incluyó a la joven Lydia Ko en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo,“está afrontando de maravilla las muchas responsabilidades que acompañan al estrellato”.
Un estrellato que ha llegado a su punto álgido en este comienzo de 2015, cuando Lydia Ko ha alcanzado el número 1 del golf femenino mundial tras acabar segunda en el Coates Golf Championship, disputado en Ocala (Florida, Estados Unidos). “Es increíble y un honor", confesó Ko, que aún no se cree ser la nueva reina del golf.
La biografía de Lydia comienza en Seúl (Corea del Sur) el 24 de abril de 1997, aunque a los cinco años abandona el país asiático junto a su familia para instalarse en Nueva Zelanda. Ahí es donde descubrirá su pasión por el golf, un amor y un sacrificio que ahora obtiene su recompensa.
Este auténtico prodigio del Green posee además otros récords de precocidad. En enero de 2012 fue la más joven de la historia en ganar un torneo profesional; lo hizo con 14 años en el Bing Lee Samsung Women's NSW Open. Y ese mismo año, en agosto, fue la jugadora más joven en ganar un campeonato del LPGA, el Abierto de Canadá. En lo económico, la neozelandesa también bate records: hace dos meses obtuvo el mayor premio en metálico conseguido por una golfista, 1.5 millones de dólares (1.3 millones de euros).
En su palmarés hay ya ocho títulos profesionales pero todavía le falta conseguir un Grande. Si lo logra este año batirá el récord de precocidad que posee, con 18 años, diez meses y nueve días, la estadounidense Morgan Pressel.
“Me sorprendería que lo logre este mismo año”, asegura la que fuera número uno del mundo Cristie Kerr. “Es una jugadora con un talento increíble, y no me ha sorprendido que haya llegado a la cima tan pronto. Era cuestión de tiempo. Lo interesante será ver como lo maneja, con todo el mundo encima de ti y el resto de jugadoras buscando arrebatarte el puesto”.
Lejos del campo de golf, Lydia Ko es una coqueta adolescente a la que le encanta salir a tomar un refresco con sus amigas, ir de compras a centros comerciales o incluso jugar al minigolf (cualquiera le reta). Entre entrenamientos y torneos Lydia no tiene mucho tiempo, así que tuvo que abandonar su instituto en Albany (Nueva Zelanda) donde conserva sus mejores amistades.
Orgullosa de ser una ‘kiwi’ (gentilicio coloquial que utilizan los neozelandeses y que no se refiere a la fruta sino a un lindo pollito sin alas originario de las islas), Lydia comparte sus vivencias a través de las redes sociales, donde se muestra muy simpática y cercana con sus fans.
Un chica dulce y de apariencia frágil (apenas mide 1,52 m) que se convierte en una auténtica depredadora en los torneos de golf y cuyo nombre ya ha entrado en la historia del deporte mundial.