América se rinde a los calzoncillos de Matt Terry
La Super Bowl dio mucho de sí: los Ravens se llevaron la victoria, Beyoncé confirmó que ella es la increíble Hulk del pop, el empollón de Jesse Heiman se llevó un pedazo morreo de la buenorra de Bar Rafaeli, el apagón no apagó las redes sociales y las yankis, una tras otra, cayeron rendidas a los nuevos calzoncillos de Calvin Klein, más concretamente al modelo que los portaba: Matt Terry (@MrMattTerry). Treinta segundos del nuevo spot de la marca de ropa interior le sirvieron a este ex cajero de Pennsylvania para conquistar Estados Unidos y por extensión, el mundo mundial.
Si lo crees necesario puedes ponerte en bucle el nuevo anuncio de la línea Concept de Calvin Klein, ya se han registrado casos de adicción a Matthew Terry, el guapo modelo que se encarga de darles movimiento a estos gayumbos. Desde que en la pasada final de los Super Bowl el muchacho saliera enseñando cacha, sus abdominales se han quedado grabados en nuestro cerebelo.
Con apenas 20 años, esta bomba de músculos de Bath (Pennsylvania) se ganaba alegremente la vida trabajando en un supermercado. Su madre, más avispada que él, decidió que no había criado a semejante hombretón para que se quedara apilando rollos de papel higiénico, envasando pechugas de pavo o cobrando en la caja hasta el último centavo. Mandó sus fotos a un concurso de modelos… está claro que este amor de madre era bastante objetivo.
Matt Terry no ganó el certamen de VMan 2011 pero sí consiguió un contrato con la agencia de modelos Ford, una de las más importantes de Nueva York. Semanas más tarde, el fotógrafo Steven Klein lo seleccionaba para protagonizar la nueva campaña de ropa interior de Calvin Klein… sobra decir que había triunfado más que la Coca Cola.
Antonio Sabato Jr, Mark Walhberg, Kellan Lutz, Fernando Verdasco… a la larga lista de triunfadores en calzones de marca se sumaba Matt Terry, un recién llegado a la Gran Manzana. Colocarse entre los ‘trending topics’ del evento televisado más seguido en Estados Unidos confirma su éxito. Después de eso, los principales presentadores de la tele estadounidense han querido tener cerca de ellos a los abdominales más célebres de la ribera del Delaware.
Aunque pueda parecerlo, el maniquí no pasa toda su vida en el gimnasio... no digo con ello que sea genética, más que nada porque entonces yo soy de otra raza. Matt va cuatro días a la semana al gimnasio, si está lejos por motivos de trabajo se busca la vida para seguir sus rutinas. Eso sí, no desaprovecha la oportunidad de comerse una buenas Oreo con doble chocolate, ¿será eso lo que provoca tener tableta? A darse a la rica galleta.
Comentario envidioso estala +100. A mi este chico me parece que es un poco gamba: muy buen cuerpo pero por arriba, normalito tirando a jíbaro. Pero eso me pasa mucho viendo a los adictos a las pesas y las proteínas, no todo crece en la misma proporción.