Michelle Salas, la hija oculta de Luis Miguel se revela como una gran bloguera de moda
Ella lo supo desde muy pequeña pero no fue hasta los 15 años cuando hizo público que su padre era la estrella de la canción mexicana Luis Miguel. Michelle Salas, nacida de la relación de "El Rey" con la modelo y cantante Stephanie Salas, no tuvo unos comienzos sencillos con su progenitor pero ahora es su ojito derecho, de hecho hasta se ha ido a vivir con él a Los Angeles para estudiar diseño de moda. Y es que Michelle es una enamorada de los “trapitos” y los luce como nadie en su blog de moda, uno de los más importantes de América Latina.
Las historia de princesas suelen tener un inicio duro. Encerradas en sus castillos, poseídas por una maldición, envidiadas por su belleza, marginadas por su familia… si las princesas del s. XXI son las ‘it girls’, algunas de ellas saben de lo que hablo. Un ejemplo perfecto es el de Michelle Salas, una auténtica triunfadora de la moda y las redes sociales que ha tenido que trabajarse muy mucho el ser reconocida por su papá.
Y es que su padre no es otro que Luis Miguel, posiblemente el cantante mexicano más importante de los últimos años. Conocido en su país natal como El Rey, Luis Miguel comenzó a triunfar desde muy jovencito y tuvo que ocultar algunos secretos que podrían poner trabas a su incipiente carrera. Uno de esos secretos es Michelle Salas.
Michelle nació el 13 de junio de 1989 en el Hospital Español de la Ciudad de México. Su madre, la modelo y cantante Stephanie Salas, decidió tenerla como madre soltera tras una traumática ruptura con el que había sido su pareja, que decidió no hacerse cargo del bebé que venía de camino. Stephanie Salas, hija de la actriz Silvia Pinal, le guardó el secreto a nivel público al cantante, aunque la joven Michelle siempre supo quién era su padre. “Admiro a las mujeres que son capaces de salir adelante. Mi madre ha sido una gran madre”, reconoce la bloguera.
Stephanie aguantó hasta 2004 cuando, con un cheque de por medio, acudió a un programa de televisión a contar la verdad y toda la verdad. “Nunca hablaré de mi intimidad pero tampoco criticaré lo que mi mamá haga. Si lo hizo, tendría sus motivos”, confirmaba Michelle Salas, que poco tiempo después empezó a tomar contacto con Luis Miguel.
Vacaciones en el yate de la estrella, celebración conjunta del día de padre, viaje a Disneyland con sus hermanos (Luis Miguel tiene dos hijos “si reconocidos” de Aracely Arambula, que fue clave en la reconciliación), juntos de gira… está claro que el toque de atención mediático de Stephanie surtió efecto y Michelle y su padre encontraron un punto común.
Hasta tal punto que Michelle decidió irse a vivir a Los Angeles a la mansión de papá para estudiar diseño de moda y poder conseguir otro de sus sueños: ser una auténtica “influencer”. Su blog Stereotypemess.com es uno de los más leídos en América Latina y firmas como Carolina Herrera, Pronovias, Aristocrazy o Michael Kors han contado con sus servicios.
Además de escribir sobre moda y posar con diferentes estilismos, a Michelle le encanta la fotografía y asegura que no canta del todo mal e incluso ha estudiado interpretación, aunque de momento “no he encontrado el proyecto que me entusiasme para dar el brinco, pero no lo descarto”.
¿Habrá dueto ahora que se llevan a las mil maravillas? De hecho, dicen que desde que El Rey lo dejó con Aracely, Michelle es su gran pasión e intenta pasar todo el tiempo que puede con ella. Eso sí, de momento aún no le ha concedido su apellido… y con la familia paterna no tiene nada de relación. Eso sí, se siente “un poco española, ya que de aquí es buena parte de la familia de mi padre”.
Una auténtica celebridad en México que copa portadas con sus romances (estos días ha sido vista con un joven de frondosa barba y estuvo saliendo con el empresario de origen libanés Gerardo Name) y es invitada a las fiesta de alto postín, como si de alguna forma ahora le estuvieran siendo compensados todos los desprecios que recibió cuando sólo era una niña. “No soy rencorosa ni orgullosa. No tengo nada que perdonarle a mi padre”.
Desde luego, las vicisitudes de su vida han hecho que Michelle tenga los pies en el suelo: “Desde el día que cobré mi primer sueldo me di cuenta de que las cosas se disfrutan más cuando te han costado conseguirlas. Soy una mujer independiente y autosuficiente, que sabe que tiene una familia que está a su lado, tanto para las buenas como para las malas”.