Mick Schumacher, a todo gas tras el legado de su padre Michael Schumacher
No puede ocultar quién es su padre. La genética le delata. Y es que Mick Schumacher es la viva imagen de su padre, y parece que también ha heredado el gen ganador del Káiser. ¿Logrará igualar los siete campeonatos de su padre?
De momento ya hablan de él como “uno de los mejores pilotos de la Fórmula 4”. Lo dice su jefe de equipo, Frits van Amersfoort que lo ve como firme candidato a obtener el título en 2016.
Mick de 17 años, se inició con las motos en 2008 y para diferenciarse de su padre utilizó el apellido de soltera de su madre, Betsch. Ahora, con Schumacher como su apellido y centrado en los monoplaza, tiene claro su objetivo, seguir los pasos de su padre. De momento ya es una gran promesa.
Muy disciplinado
El apellido te puede abrir puerta pero Mick Schumacher sabe que el éxito hay que trabajarlo día a día. Por eso se entrena a diario para mantener una buena forma física, algo que también acompaña de deportes como montar en bicicleta.
Disciplina, constancia y ambición son tres pilares que Schumacher sigue a raja tabla, según cuenta su representante de la familia Schumacher, Sabine Kehm.
¿Su futuro? Está junto al equipo Prema Powerteam, actual campeón de la F4 italiana y considerado el mejor equipo de la categoría, algo así como el 'Ferrari de la F4'.
Y es que su apellido está tan ligado a la Fórmula 1, que todos dan por hecho que acabará compitiendo entre los grandes, como en su día hiciera su famoso padre. Las dudas están en si lo hará de la mano de Ferrari de la de Mercedes, ambos nombres muy ligados a la historia de Schumacher.
Hermetismo sobre el estado de Michael Schumacher
El estado de salud sigue siendo toda una incógnita. Salen muy pocas noticias, con cuentagotas y no todas reales. Como la que señalaba hace unos meses que el campeón de Fórmula 1 podía andar. Noticia que la representante familiar desmentía tajantemente.
Poco más se sabe del estado real de Michael Schumacher, además de que sigue luchando por su recuperación con ayuda de mucha rehabilitación y apoyado por un equipo de médicos y terapeutas.
En 2013, mientras esquiaba fuera de pista junto a su hijo Mick en los Alpes franceses, el piloto se golpeó fuertemente la cabeza contra una roca y el casco de Schumacher se rompió y sufrió graves lesiones cerebrales, por lo que se le mantuvo durante meses en coma inducido.
En junio de 2014 fue trasladado de Francia a un hospital suizo para más tarde continuar su rehabilitación en su casa, en la localidad de Gland.