'Moves like Jagger'... James Jagger o el incordio de ser hijo de una rockstar
Quinto en la línea de sucesión del Rey del Rock, James Jagger se está haciendo un hueco en el mundo de la interpretación gracias a ‘Vinyl’, serie en la que interpreta a un rockstar en los año 70 y que produce su propio padre, Mick Jagger. Con él su relación no siempre fue sencilla: “Era más estricto que mi madre (Jerry Hall), que tuvo una educación estricta, así que era más relajada. Supongo que uno siempre se rebela consigo mismo, así que mi padre era más duro, pero no particularmente. Eso sí: me mandó a catequesis”.
Karis Hunt, Jade, Georgia, Elizabeth, James, Gabriel y Lucas Maurice Morad. Lejos de ser los niños que cuidaba Ana Obregón en ‘Ana y los 7’, estos son los nombre de los vástagos del líder de los Rolling Stone, Mick Jagger. No es de extrañar que muchos de ellos hayan desarrollado actividades artísticas diversas, el apellido obliga: Georgia May y Lizzie son reconocidas modelos internacionales, Gabriel un joven pintor llamado a llenar galerías de arte y James Jagger quiere triunfar en el mundo del cine y de la música, ahí es nada.
‘Hijos de’ hay muchos aunque ya se encarga James Jagger de decir en cada una de las entrevistas que concede que él entró “por casting” en la serie ‘Vinyl’, producida por Martin Scorsese y su propio padre. No todo el mundo se lo creerá pero la verdad es que viéndolo en el papel de Kip Stevens, el líder de una banda de punk rock llamada a reventar los estadios en los 70, es más que posible que así sea. James Jagger desprende carisma, se mueve de mil amores y canta de lujo, además de ser guapo a rabiar.
La revista Vanity Fair lo definió, de hecho, como ‘el hombre más bello del mundo’ y es que ha heredado los carnosos labios de su padre y esos ojos que convirtieron a su madre, Jerry Hall, en una de las mejores modelos del mundo. Hoy Mick le ayuda en su carrera en Hollywood mientras mamá cuenta billetes tras su reciente boda con el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch.
Los hay afortunado, aunque James hubo momentos en que no se sintió así: “Me acuerdo de estar en la escuela e ir a shows. Pero ahí no tienes sentido de perspectiva, no veía que no era normal”, recuerda ahora Jagger. “Estuve ahí desde que nací. Cuando crecí nunca tuve un momento de revelación del tipo, ‘Oh, mi papá es un rockstar’, simplemente era ‘Papá’. El que te reta cuando te portas mal. Me preguntan qué se siente ser el hijo de Mick Jagger, pero no lo sé, es lo que he sido toda mi vida. Estoy increíblemente orgulloso de él y todos sus logros, como adulto puedo verlo por quién es y todo lo fantástico que ha hecho. Pero cuando crecía, no me podía importar menos. Estaba más interesado en jugar al pinball; tenían una máquina en el backstage de los Rolling Stones y esa era mi entretenimiento”.
Nacido en Nueva York, Londres fue su residencia durante toda la infancia y adolescencia. Estudió en el prestigioso instituto Lee Strasberg donde fue un alumno aplicado que incluso quiso estudiar Bioquímica en la Universidad. “Mi padre era más estricto que mi madre, que tuvo una educación estricta, así que era más relajada. Supongo que uno siempre se rebela consigo mismo, así que mi padre era más duro, pero no particularmente. Eso sí: me mandó a catequesis”.
Las clases de catequesis no calaron pero sí las de interpretación que compartió junto a otro “rebelde sin causa” del cine actual, Robert Pattinson. Debutó en 2007 y desde entonces ha participado en títulos como ‘Sex & Drugs & Rock & Roll’, ha hecho labores de modelo, ha escrito su propio libro sobre un un traficante de opio, se ha casado en secreto con la actriz Anushka Sharma y sobre todo ha tocado mucho con su banda, Turbogeist.
Toda esta experiencia le ha servido para componer el personaje de ‘Vinyl’, un músico dispuesto a todo por alcanzar el éxito. Un personaje que sin duda le pone aún más cerca de su padre: “Por suerte, mi padre no estaba alrededor todo el tiempo, él estaba trabajando mucho, así que no tenía que verlo todas las mañanas. Pero fue un muy buen recurso para mí tener a mi padre como referencia, porque cuando me llegaba el guión de una escena y quizás no entendía algo le podía preguntar. La presión no viene de tener a esta gente grandiosa ahí, sino que cuando trabajas en un proyecto que puede ser increíble, no quieres ser el punto bajo”.
“Prefiero a The Kinks que a los Rolling Stones”, James marca la diferencia hasta el final.