Nos dejamos ganar por Nick Youngquest, el chico de ‘Invictus’
Moda y deporte van cada vez más de la mano -excluir de esta afirmación a Sergio Ramos- y cada vez nos sorprende menos ver a deportistas que abandonan su profesión y se meten a modelos de forma permanente. El gran paradigma de este movimiento es David Beckham pero hay muchos más casos, entre ellos el de Nick Youngquest. ¿Nick, qué? El rubiales que sale en el anuncio de ‘Invictus’, la nueva colonia de Paco Rabanne enseñando abdominales y entrando de lleno en las fantasías de muchas… y también de muchos.
En los cursos de marketing y publicidad se dice que hay que encontrar prescriptores para cada target. Esto no es sino la forma fina de decir que los futuros clientes nos tenemos que ver reflejados en la persona o personalidad del que anuncia. ¿Por qué te crees que Jesús Vázquez anuncia ADSL o que Carmen Machi está hasta las cejas de Bífidus? Porque el público de ese producto se reconocen en ellos.
De la misma manera, los hombres en general se sienten más identificados con deportistas que con modelos que desconocen. Beckham, Nadal, Cristiano Ronaldo, Gasol o Federer son sus referentes de éxito y por lo tanto, las personas más indicadas para vender ciertos productos.
No siempre los deportistas destacan tanto en el terreno de juego como en los anuncios. Le pasó a Fredrik Ljungberg (y su pantera) y le está pasando a Nick Youngquest, cada uno en su disciplina y a su debido tiempo.
Jugador de rugby, Youngquest ha pasado por varios equipos de las ligas australiana, francesa y británica. En todos ellos ha demostrado su valía pero no se ha hecho conocido por su juego. Nick es, a sus 30 años, más modelo que deportista.
El australiano se dio cuenta de su potencial cuando en 2006 protagonizó una campaña contra el cáncer de testículo totalmente desnudo, cubriendo sus partes pudendas con su querido balón. Llamó la atención de los hombres (sobre la causa) pero sobre todo se quedó en la memoria de todas las señoras. ¿Quién era ese rubio que les miraba de esa manera?
Pero Nick no es sólo para ellas. Sus sesiones de fotos, todas ellas tendentes a la escasez de vestuario, han sido publicadas en revistas de fitness y de temática gay, siempre con gran acogida. Ha apoyado a Gareth Thomas, el jugador de rugby británico que salió del armario recientemente, mostrando una gran complicidad con él en el vestuario y en las redes sociales (@Nick_Youngquest). Está a favor del matrimonio homosexual y su bar favorito es un local de ambiente en Leeds donde jugaba hasta ahora.
Un deportista contra los tabúes, que no renuncia a mostrar su cuerpo y a gustar a todos los géneros por igual.
El siguiente gran paso como modelo vino de la mano de Bruce Weber, uno de los fotógrafos de moda más famosos y más provocativos. La campaña de Nick para la colección de ropa interior de Abercombrie & Fitch no estuvo exenta de polémica aunque es innegable que el ‘aussie’ sale cercano a la perfección.
Esta alianza del deporte y la moda hace que se revalorice el mito de la belleza clásica. Jóvenes sanos, bien formados, guapos y varoniles, con los músculos a punto… como el Discóbolo de Mirón o el David de Miguel Ángel, sólo que con unos calzoncillos que vender o un perfume que anunciar.
Llegamos a Paco Rabanne y su perfume ‘Invictus’. El anuncio es una epopeya griega en tiempos modernos, a ritmo de Kanye West, donde el protagonista absoluto es un Nick Youngquest descamisado, mostrando tatuajes, con los pantalones caídos hasta donde deben estar, recorriendo un estadio lleno de gente y perseguido por los malos a los que elimina con tan sólo levantar los brazos. En el vestuario, con la copa en la mano, las musas le esperan… y él lanza un seductor guiño.
En lo que se ha convertido es en un gran motivo para no moverse del televisor durante las pausas publicitarias, esperando a que llegue la colonia del “macizo” al que por fin pones nombre.
Lo siguiente que vamos a contarte te va a gustar menos, y es que está pillado. Se casó con la bailarina de ‘So, You Think You Can Dance’ Kassey Lee pero el matrimonio apenas duró un año, el mismo tiempo que lleva casado con Mira Jones, el nombre de la chica que lleva tatuado en sus costillas. Lo que faltaba, ¡encima es todo un romántico!