Muchas son las novias que le han salido a Bradley Cooper desde que lo dejó con Zoe Saldaña, comenzado por su compañera de reparto en ‘El lado bueno de las cosas’ Jennifer Lawrence a la que negó y renegó asegurando que “podría ser su padre”. Como en Hollywood lo de “donde dije digo, digo Diego” es casi un mantra, ahora se ha echado una pareja 18 años menor que él. En una entrevista, Brad confesó que quería una chica divertida y que fuera “un espíritu libre”. Deseo cumplido: con ustedes Suki Waterhouse, la última bala perdida de las pasarelas británicas.
Dos citas han servido para tener ante nosotros un suculento nuevo romance. La primera, el 12 febrero en Londres, en los Premios Elle Style, fiesta de la que salieron asidos del brazo. La segunda, hace unos días por Boston, ciudad donde está rodando él y a la que ella acudió de propio para volver a sentir el brazo (y algo más) del galán.
Los protagonistas en cuestión son Bradley Cooper, de 38 años y en lo más alto de su carrera, y Suki Waterhouse (@sukiwaterhouse y empezando a despuntar en la suya. El actor y la modelo han borrado de un plumazo todo atisbo de romance entre Bradley y Jennifer Lawrence. Se supone que él le rechazaba a ella por ser muy joven pero ha elegido a otra “niña” que se lleva apenas unos meses con la ganadora del Oscar. ¿Qué excusa pones ahora?
Rubia, enormes ojos verdes, 1,74 de altura, cuerpo delgado, aspecto aniñado…¡¿Pero qué pasa en los United Kingdon con las pinzas de las cejas?! ¡¿las han prohibido como el botellón?! Suki pertenece al comando de Cara Delavigne, Lily Collins o Keira Knightley y luce espléndidos “gatitos acostados” en su frente. Esto no ha impedido que triunfe como modelo y que en las islas británicas la consideren toda una ‘it girl’.
Publicaciones como ‘Grazia’, ‘Vogue’, ‘Love’ o ‘Us Magazine’ han contado con la carita de Suki para ilustrar sus páginas. Muchas más se disputarán ahora los huesitos de la británica, hija de uno de los cirujanos plásticos de más renombre entre las ‘celebrities’ ingleses, Norman Waterhouse. Menudo cabreo se pilló el médico cuando con 16 años la dulce Suki le contó que dejaba los estudios para ser modelo; compréndanlo, él habrá tenido que operar a unas cuantas y las habrá sufrido.
A los 19 años consiguió su primera gran campaña para Marks & Spencer y su papá tuvo que reconocer que su hijita valía. A sus 22 años actuales es, además de maniquí, cantante, fotógrafa y actriz. En su IMDB aparece una serie de televisión (‘Material Girl’), un corto y la participación en ‘Pusher’, filme de bajo presupuesto con Richard Coyle y la también modelo Agyness Deyn. Los referentes de Suki son (atentos): Coco Chanel, Ingrid Bergman, las Spice Girl y Rihanna, una mezcla ingeniosa de mujeres fuertes y sobre todo bastante trasgresoras.
En su Facebook podemos leer grandes citas como “Yo respeto a cualquier persona que pueda llevar bien su ropa. No importa lo que vista, simplemente que lo use con actitud”, aunque asegura que con su primer sueldo de modelo se compró una chaqueta de Sonia Rykiel. “No soy amante de ir de compras con otras personas. Lo que realmente me gusta es ponerme mis auriculares y bailar sola con mi música hasta que alguien me pregunte si estoy bien”, declaraba en las páginas de Vogue.
Ella es un ‘mod girl’ de libro, loca por los años 60 y seguidora del ‘brit pop’ y hasta ahora sus amantes se asemejaban pero con una estrella de Hollywood nos ha descuadrado. Suki siempre se ha ennoviado con roqueros como Luke Pritchard (cantante de ‘The Kooks') y Miles Kane (líder de ‘The Last Shadow Puppets’). ¿Se parecen a Bradley? Ni en el blanco de los ojos.
Ella es el “alma libre” que Bradley buscaba, mona, excéntrica, artista de palo y poco conocida (hasta ahora). Objetivo: ponerle a Brad gafas redondas y pantalones superpitillo para hacer que sufra un “Resacón en Candem Town”. Cuidado Brad, que puedes acabar de esta ‘Brit Lolita’ hasta los rulos…