Aciertos y errores de la cena de la OTAN en el Palacio Real organizada por los reyes Felipe y Letizia
Treinta y cinco líderes del mundo se dieron cita anoche en la cena recepción que ofrecían los Reyes de España en el Palacio Real de Madrid. Una cita histórica, dentro de la Cumbre de la OTAN, en la que los miembros de la Alianza Atlántica se mostraron de manera cordial y hasta distendida.
La reina Letizia, no lo digo por patriotismo, ni por pura preferencia, ni con subjetividad alguna, fue la estrella de una noche llena de imágenes para la historia.
No era una cena de Gala, no había por tanto opción a los largos en las mujeres y los uniformes o el esmoquin en los hombres. El dress code correcto para esta cena recepción era traje oscuro para los hombres y vestido cóctel para las mujeres.
Esta columna, no haría falta recalcarlo, no analiza otra cosa que la imagen pura y dura, la moda y sus protocolos. A ello vamos.
Aciertos
1. Letizia de España. Nuestra reina volvió a sacar de su ropero real esta pieza exquisita de mi amigo querido Antonio Burillo. The 2nd Skin Co. Ya la estrenó en los Premios Princesa de Asturias y ayer volvió a demostrar el talento de la moda española y el suyo propio para llevar como nadie un vestido como este, black sólido y de aire new look.
Estaba espléndida en conjunto, con este perfecto vestido de cóctel, algunas piezas icónicas de las joyas de pasar y un divino moño recogido en trenza.
Y me encanta que la reina use moda España en una recepción como esta con los ojos del mundo posados en Madrid.
2. El vestido verde con cuello fruncido y mangas tan afrancesadas, que no francesas, de Brigitte Macron. Y el propio Macron, que siempre es un acierto en sus sastres milimetrados.
3 El blanco midi de Kin Kun, esposa del presidente de Coera del Sur era correcto, hasta con sus guantes, más allá de los gustos particulares.
4. Tampoco era error el midi rojo de la primera ministra de Nueva Zelanda, por rancio que fuese.
5. En el lado opuesto estaba el dorado brilli del vestido cóctel de la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Cumplía el dress code, aunque no fuese exquisito.
6. La buena planta del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, le hace casi siempre acertar. La política es otra cosa que aquí no toca juzgar.
7. El guiño protocolario de muchos de los mandatarios con sus corbatas azules, color ligado a los borbones históricamente y la Casa del Rey. Entre ellos Joe Biden.
8. El menú español de vanguardia de Paco Roncero; la exquisita mesa real española, con sus centros de flores con rosas naranjas; y el entorno histórico del Palacio Real resumen en un mismo acierto, junto con las risas distendidas de muchos mandatarios, el éxito de la velada de anoche.
Errores
1. El traje de chaqueta blanco de Jill Biden no era un error en sí en el dress code cóctel que se marcaba, pero sí en su color. Si para una velada como esta se elige pantalón en vez de un vestido cóctel, lo adecuado habría sido oscuro, desde un marino a un azul tinta o un negro. Error extraño en la milimetrada y estudiada organización de la presidencia de los Estados Unidos.
2. El floral azul de la primera ministra de Islandia, Katrin Jakobsdottir, ni era un cóctel, ni lo más adecuado y ni siquiera lo que mejor le sentaba. Error triple.
3. Me sigue sorprendiendo que algunos hombres, esto no tiene nada que ver con las tallas, lleven sus sastres o grandes o pequeños, lo pelos como de levantarse de la siesta, y las corbatas como para cinchar animales, con total despreocupación. Un ejemplo claro es el primer ministro británico Boris Johnson.
¿Esta gente, que representa a sus países por el mundo, no tiene a nadie en sus equipos que les de una patada a su imagen para cambiarla mínimamente?
Pues eso. Que ante los ojos del mundo, que viva el poderío y saber estar de nuestros Reyes Felipe y Letizia.