Aciertos y errores de los Latin Grammy Acoustic Sessions

Con el rimbombante título de Latin Grammy Acoustic Concert se celebraba ayer en España esta gala que es la antesala de los Grammy Latinos, que tendrán lugar el 17 de noviembre.

El escenario anoche, la Plaza de Las Ventas. Becky G se convirtió en la estrella absoluta. Pero Edurne le ganó el estrellato del vestido.

Había tantos cuadros que podría haber sido un museo en vez de Las Ventas. Un museo de los horrores, claro.

1. Edurne y su tul negro de cristal con tirantes ultra finos. Top.

2. Rebbeca Marie Gómez, Becky G, llenó su traje de chaqueta de cuentas de cristal en una fiesta pura.

3. Soraya Arnelas, su noche festiva de lentejuelas, su cuello halter y su peinado oriental. Y ella, que siempre es optimismo en vena.

4. El rojo satén es un clásico. Anna Padilla.

5. Chanel Terrero va sexy se despelote o se tape. Ella es pura sensualidad.

6. El corto negro de Nicole Kimpel, esta vez sí.

7. Andrea Levy es cambiante como sus psicodélicos estampados. En foto marean, pero tenían su rollazo.

8. El traje de Alfred García tenía puntos y su punto.

1. Sería tendencia en algún momento no lejano pero el ultra corto de Ana Mena parecía que se le había desteñido en la lavadora esta tarde sin tiempo a cambiar de modeli.

2. El de Desiré Cordero ya no es que fuese corto, es que dejaba de ser vestido.

3. Si alguien me explica el conjuntillo de Belén Écija igual hasta duermo la siesta.

4. Omar Montes podría haber sido el negro del equipo A, sin inmutarse.

5. Y este menda ni te cuento.

6. Y con este cerramos el equipo Omar.

7. Merche me encanta, su talante más aún, pero anoche no estaba top. A pesar del must del cuero negro.

8. ¿Tanto frío hacía?

9. Ana Fernández volverá a enfadarse, como antaño, pero su trajecito de presidiaria era tan Halloween (aunque sin currada) que me lo pone a huevo. Eso sí, me siguen fascinando algunos de sus trabajos.

10. Claro que si con Halloween seguimos, ya dije en la última columna que en toda fiesta estos días había una chica de la curva o una novia cadáver, Lola Índigo lo cumplió con creces. Ya se podía haber puesto unas lentillas de esas de muerta. Y lo remataba.

Había muchísimos más errores, pero he cubierto hoy mi cupo de muecas de espanto.

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