La 29ª edición de los SAG Awards, menos tradicional quizás que los Globos de Oro y que los Oscar en cuanto a los vestidos clásicos de alfombra roja, nos ha dejado sin embargo un buen pellizco de glamour y un estupendo sabor de boca de cara a los grandes premios que están cerca.
Ana de Armas se ha afianzado como la gran sorpresa de cada alfombra, a pesar de no recoger premios por sus nominaciones. Ella es para las firmas, el talismán de este 2023.
Y Cate es la reina de la noche por derecho, esto es complicado cambiarlo.
1. Cate Blanchett una vez más era lo más. Ella juega como quiere con la noche y la convierte en divina.
2. El Vuitton de transparencia negra sobre satén champán de Armas era imponente.
3. El art decó de Kerry Condon era perfecto.
4. Tinta y Dior. La depurada y femenina exquisitez de la casa francesa para Michelle Williams.
5. Oro y de sirena convertida en cariátide en tierra. El de Britt Lower.
6. Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, llenó con 190 rosas el mar rosado de Zendaya. No era de mi gusto pero sí muy de red carpet.
7. Cara Delevingne se vistió tan clásica sobre sus pantalones, como de diva de otra época, que me encantó.
8. Versace ve a Jenna Ortega así de negra y sexy.
9. El plisado rojo vino con canesú joya de Julia Garner lo firmaba Gucci.
10. Jessica Chastain lo mismo se pone un vestidazo de infarto que un clásico como de Lo que el viento se llevó. Ella es muy Scarlett.
11. Mi Schiaparelli habría vibrado con esta inspiración daliniana de su firma para Michelle Yeoh.
12. Negro y tan simple como perfecto era el de Amy Poehler.
13. Abby Elliot y su vestido túnica emplumado.
14. Olivia Williams y su rojo plisado con escote halter.
15. Quinta Brunson se vistió de piano, pero tenía su rollo.
16. Hay amarillos y amarillos. El de Viola Davis era contra toda superstición. El de Basset (ver abajo) para amargar cualquier limonada.
17. El verde de Amanda Seyfried me gustaba para un buen cóctel. Anoche se me quedaba corto, en todos los sentidos. Pero me niego a ponerla en los errores con los adefesios que había.
18. Cada día me gusta más que Eddie Redmayne cambie su esmoquin por estos looks tan divinamente “masculinofemeninos”. El de anoche lo sellaba Saint Laurent. Chapó.
1. Deberían despedir de la puerta al que dejó entrar a Megan Stalter con esta guisa de salir de un after.
2. ¿Era una fiesta africana de disfraces? Eso creyó Gina Prince-Bythewood.
3. Cuando la moda se convierte en menaje del hogar. No sé si me espanta más el papel de plata de Jessie Buckley…
4. O el film arrugado de Katherine Waterston.
5. El de Jessica Williams era tan feo…
6. Ariana DeBose siempre echa el resto en su exuberancia. Ayer se quedó licuada con su traje de chaqueta y su extraño cierre en el escote.
7. El rojo de Hannah Einbinder parecía que lo había patronado un grupo de escolares.
8. Lo mismo que el ñoño de Lisa Gilroy.
9. D’Arcy Carden se iba al instituto a su baile de graduación.
10. Rose Abdoo parecía un sofá.
11. Adina Verson se coló en la party.
12. El de Janet Yang, por mucho que les de por decir que los marrones ahora molan, no cuela.
13. El de Sheila Atim no lo entendí.
14. No, no me gustó la cota de malla con bragas de Li Jun Li.
15. Ni el corto lencero de Hong Chau.
16. Tampoco el rojo floral de Emily Blunt que lo firmaba Oscar de la Renta pero me costó creerlo.
17. Seguro que Basset podría haber salido de la chistera de mago de Giancarlo Esposito.
18. Sí, esta misma Angela Bassett que se disfrazó de limón histérico. Se me caen los lagrimones de pensar en semejante limonada. Y no de gusto precisamente.
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