Aciertos y errores de la boda de Willy Bárcenas y Loreto Sesma

Ya de entrada la boda de Willy Bárcenas, algunos de sus invitados de postureo cero interesantes, el encarcelado con permiso para el casorio y demás circunstancias me aburren de manera incalculable.

Pero mi jefa se empeña en que opine y contar esto de antemano también es opinar, pues yo siempre he defendido que el silencio es una opinión en toda regla.

Me toca tragarme este bodrio y ahí va.

1. El vestido de la novia, en crepé italiano, era un muy buen acierto para una ceremonia civil con una fiesta. Nada de iglesias, ni cuestiones religiosas. Lo firmaba Atelier Pronovias. Yo le habría quitado del makeup los rabos de eyeliner como de folclórica y la habría peinado. Pero eso es otro cantar.

2. El rojo con maxi flor blanca de Silvia Fernández que llevó Patricia García de Paredes se convirtió en la sensación de la velada.

3. Alba Díaz se vistió de Victoria, la colección de invitada de su madre Vicky Martín Berrocal.

4. Anna Padilla confió en el turquesa de este modelo drapeado de Redondo Brand. Seguramente lo más fresh de la velada, que no significa lo más elegante. Obvio.

5. Amaia Salamanca y su vestido frambuesa con lazada. No era para tirar cohetes tampoco pero mucho mejor que el desaliñé de su chico, Rosauro Varo.

1. Pues eso, que Rosauro parece que no ha pasado por el barbero desde antes del confinamiento. Sí, el de la pandemia que afortunadamente ya nos parece tan lejana.

2. Andrés Ceballos, exvocalista del grupo Dvicio y churri de Begoña Vargas, parecía salir de un after tras una noche de palmeros de colmao.

3. Tampoco se mataba de gusto uno por el print largo de Begoña con esta manía de calzarse americanas oversize como de conserje para alojar a toda la comunidad de vecinos.

4. David Otero parece que pasaba por ahí. Porque su traje gris clarito con zapas y jersey black se daba de tortas con los sastres marinos de muchos chicos. Y es que un sastre azul o gris oscuro es perfecto en los invitados a una boda, sea como sea.

5. Y el verde lima chillón de Anita Matamoros no era un error en sí para una ceremonia con fiesta de amigos como esta pero me parecía como de party básica de principiantes y esto en alguien que estudia moda en una escuela seria pues me parece un desacierto.

Sin acritud, que lo digo de manera constructiva y sin un ápice de maldad.

Por cierto, ¿alguien ha visto al novio?

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