Aciertos y errores de la boda del príncipe Hussein de Jordania
Sin pretenderlo, lo tengo claro, los reyes eméritos de España, que viajaban bajo los lazos del cariño que les unen a los reyes de Jordania más que representando a la casa real española, se han convertido en protagonistas de la boda de Hussein y Rajwa Al-Saif.
La realeza del mundo se reunía en Amán en la gran boda árabe del príncipe heredero jordano.
Aciertos
La novia. Por deferencia ocupa este primer lugar simbólico. Su vestido asimétrico de manga larga y cola infinita lo firmaba Elie Saab. Iba de plano, su altura lo permitía.
Sin la presencia de la reina Letizia de España había tres claras victorias en cuanto al estilo.
1. La primera victoria y verdadero primer lugar de estos aciertos, es para la anfitriona. Rania de Jordania. Su vestido negro de manga larga con cuello, espalda y puños en oro, inspirado en el árbol de la vida, era una exquisita joya de Dior.
2. La segunda victoria es la de la princesa de Gales. Su vestido rosa romántico de aires libaneses era sencillamente divino.
3. Y la tercera era para la imponente ex jequesa de Qatar y su maravilloso abrigo negro y rosa con uno de sus míticos turbantes.
4. El vestido rosa de falda multi capeada en volantes de la reina Sofía sigue hablando de su correcta compostura y elegancia siempre.
5. Mary de Dinamarca usó el prohibido blanco pero tan ricamente estampado que en nada erraba. Al contrario.
6. Victoria de Suecia también se llenó de flores con su vestido de mangas abullonadas.
7. Jill Biden y su gris satinado con perlas.
8. Máxima de Holanda tintó su jardín de azul. Y hoy tampoco era mi favorito por mucho que ella me encante.
Errores
1. No sé por qué Beatriz de York, sin ser un error muchas veces su código de vestimenta, parece como si lo hubiese improvisado al salir del hotel sin demasiadas ganas. Esta claro que, como le pasa a su madre, la elegancia no es su don.
2. El verde lima de Miriam de Ungría era más de una fiesta estival que de una boda como esta, amén de cantoso.
Errores de verdad y algunos garrafales en cuanto al gusto, los había, pero como no representaban a ningún país ni jefatura no ha lugar a la crítica.
De eso se han librado algunas y algunos.