Paralela a la boda de Marcos Llorente con Paddy Noarbe la otra ceremonia nupcial que nos dejaba el fin de semana era la de la cantante Edurne y David de Gea.
Si en la de Paddy la sencillez de su vestido me sorprendía gratamente en la de Edurne no me sorprendió nada que fuese todo lo contrario. Ella no se contentó con lo simple, no suele hacerlo. Y eso es un riesgo que uno corre.
Estaban guapos, sí, pero él podría haber sido el novio de una boda muy diurna y en plena naturaleza y ella la novia de una boda muy de tarde-noche y con una fiesta de brillos en cualquier sitio menos en una campiña.
1. La novia. Que me moría de gusto por su recargado vestido, pues no. Que era un error, pues tampoco. A mí me resultaba excesivo que el velo fuese igual de bordado en pétalos y cristal que el vestido. O una cosa u otra. Y lo encontré demasiado ajustado de escote. Pero acierto fue porque estaba guapísima y estupendamente maquillada y peinada. Además el vestido en sí era una joya de horas de trabajo de costura. No seré yo el que lo infravalore.
Lo firmaba Elie Saab y eso hace que su mundo libanés explote en mil y una noches. Y claro, el mundo de Saab para una velada de estrellas y alfombra roja pues sí pero para una boda pues como que está en el límite.
Ojo con algunos diseñadores para casarse, porque hay un hilo muy fino que separa lo súper romántico de lo hortera salvo que uno tenga clase para exportar.
2. El novio. Tan simple como un tres piezas verde de Pablo Laso, unos buenos zapatos y una buena percha genética. Bien.
3 y 4. Menos mal que Dani Martinez, que estaba guapete, y Risto Mejide se pusieron trajes, con camisa y corbata, como hacen los caballeros cuando van a una ceremonia. (Lo entenderéis mejor cuando veáis los errores)
1. Verdad verdadera que Blas Cantó llevaba un traje rosa chicle con camisita de cuellos abiertos tipo Grease y zapatos con suelas de goma. Que para una party fresh estaría muy divertido pero para una boda…
2. Verdad verdadera que su coleguita Dangelo llevaba un traje verde agua, brillante como la capa de un mago infantil, y con los mismos zapatos blancos pero con suelas XL de goma dentada.
Ay señor, qué daño hacen a la elegancia los modernos de pacotilla que montan algunos escaparates.
3. ¿De verdad Santi Millán iba en camiseta negra o se la puso para hacer una rifa benéfica de su traje? Santa Madona.
En fin, que vivan los novios, que guapos son y eso no se lo quita nadie, y que encima siempre tienen una sonrisa, sobre todo ella.
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