Aciertos y errores de la jura de la Constitución de Leonor
España tiene desde hoy futura reina oficial. Leonor de Borbón y Ortiz, princesa de Asturias, juraba la Constitución en el Congreso de los Diputados al cumplir la mayoría de edad.
Es, no tengo ninguna duda, la mejor heredera al trono de todas las monarquías reinantes del mundo.
Su evolución ha sido imparable en el último año y hemos visto cómo aquella niña de ojos celestes y rizos de oro se convertía en esta mujer preparada, simpática y natural que es hoy.
Su estilo también ha evolucionado, a pesar de no haber sido siempre entendido popularmente, hasta alcanzar esta estupenda imagen que tiene hoy en día.
Aciertos
1. La princesa Leonor. No sé si yo hubiese elegido para este día histórico un traje de chaqueta blanco, en pleno otoño y con frío en Madrid. Pero tengo claro que la elección está medida al milímetro, igual que su pelo retirado en una cola, con el único objetivo de potenciar la importancia del acto de hoy y la figura de la futura reina de España, más allá de su indumentaria. En su solapa, el Toisón de Oro.
2. La reina Letizia. Repetía con uno de sus vestidos de fondo de armario, de Carolina Herrera, que ya amoldaron para ella en 2013. Era un simplísimo vestido ceremonial azul cerúleo que tenía el mismo objetivo, dar importancia a Leonor y a su jura constitucional. Pero la reina tiene, hace tiempo, la capacidad de convertir lo simple en un acierto puntero. Y este vestido lo sigue siendo.
3. Felipe VI. No puede haber un rey más apuesto, con traje militar, sastre o este chaqué de hoy, de ceremonia tradicional.
4. La infanta Sofía. Tampoco habría elegido hoy su vestido blanco corto estampado, con mangas capa. Era cero otoñal. Pero no era un error ceremonial. Lo rubricaba la firma inglesa Erdem.
5. La ovación extensa a Leonor de una cámara que nos representa a todos los españoles.
Errores
1. Que los Reyes eméritos no estén en este acto, sea cual sea el motivo oficial de la casa del Rey Felipe VI, me va a parecer un error eterno.
2. De código de vestimenta también hubo errores, entre tanto político dispar es fácil, pero no ha lugar hoy contarlos.
Me vuelvo a quedar con el placer periodístico, más allá de todos los protocolos de moda, de ver la historia viva de nuestro país en tiempo real. Y de observar la increíble evolución de la imagen de su máxima protagonista.
Larga vida a nuestra heredera al trono.
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