Tener a Carlota Casiraghi de estrella principal en un evento es garantía de éxito seguro. Ella recibió anoche en España el Premio Vanity Fair al personaje del año 2023.
La revista celebró su fiesta anual, que "reconoce y honra la labor de personalidades que han forjado carreras únicas que han contribuido significativamente al avance de la humanidad a través de la cultura, el arte y el deporte", en los Reales Alcázares de Sevilla.
1. La homenajeada Carlota Casiraghi, ligada a Chanel eternamente, escogió uno de sus vestidos negros con cuerpo de flores de pedrería y espalda desnuda. No es su madre, ni mucho menos su abuela, pero no le quitemos por ello belleza y méritos.
2. Falda lady, top blusa con escote y lazada y sandalias joya. La apuesta diferente de Nieves Álvarez. Aunque sé que esto se lo pone otra y gritamos.
3. La divina simplicidad de un esmoquin de terciopelo. Laura Ponte.
4. Rocío Crusset y sus lentejuelas de pétalos en mate.
5. Encaje, azul noche, cintura de lazada de terciopelo y guantes… la noche de Xandra Falcó.
6. Eugenia Osborne. Blanco, cuello halter y tul multicapa.
7. Jorge Vázquez vistió de negro y pétalos, con escote Bardot, a Teresa Baca.
8. Topacio Fresh, su vestido silueta de manga larga y su babero joya de perlas XXL.
9. Qué gusto es ver a este hombre cuando se viste de dandy.
1. No sé si me gustaba del todo el vestido de cuadros troquelados y plumas de Brianda Fitz James Stuart pero sí sé que no me gustaba nada que la imagen final que captaba mi retina se quedase en un simple conjunto de ropa interior. Sigue sin convencerme que esa ropa interior eclipse por completo a la propia prenda protagonista. Eso, es un error absoluto.
2. El color taupe de Alejandra Domínguez ni es lo mejor para una noche de fiesta ni pasará a la historia de los vestidos de un divino fondo de armario. No era error a priori, como dress code, pero sí lo es quedarse apagado en un anoche donde otros muchos brillan.
3. El tweed negro de Garbiñe Muguruza ni podía sentar bien ni lo entendí con las plumas.
4. No comprendí esta mezcla, con ese vestido como de patinadora de hielo pero en largo y con mantón en color nazareno.
A veces las mezclas extrañas dan looks soberbios y otras, soberbios truños. Y de estos últimos ayer había un buen puñado aunque no a todas conozcamos. Pues eso.
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