No será esta de hoy la columna más fashion del año, lo tengo claro. No es una alfombra roja, no es una boda divina, ni siquiera una party divertida.
Es la promesa ante el rey Felipe VI del nuevo Gobierno. Esto ya aburre de por sí, y no, no estoy hablando de política que no ha lugar en esta columna. Ni tampoco le gustaría a este gobierno saber lo que pienso de ellos con detalle, me temo.
El caso es que aquí analizamos imagen, moda y protocolos de moda. Y hoy lo que se pedía era la naturalidad de una ceremonia de día y un toque de la seriedad que requiere el acto y el cargo.
Ellos lo tenían fácil, bastaba con un sastre marino o gris. Cumplieron todos, también el presidente, más allá de los gustos de cada cual y sus corbatas.
Ellas tampoco lo tenían tan difícil, podían elegir un corto simple, un midi sencillo o un traje de chaqueta. Y casi todas acertaron aunque no fuesen a matarnos de gusto. Algo es algo.
Y el blanco, parecía una declaración de intenciones sobre la pureza que nos hace falta en la política, fue protagonista.
1. Yolanda Díaz. Un sastre blanco era una opción más que correcta hoy.
2. Nadia Calviño. Mezcló el blanco de su pantalón con una chaqueta rosa de tweed.
3. Margarita Robles. Chaqueta tweed blanco y pantalón oscuro.
4. Mónica García también tiró de sastre blanco, ella con zapato plano.
5. Diana Morant no eligió el blanco pero era muy correcto y sobrio su traje azul marino cruzado.
6. Teresa Ribera se desmarcó también del blanco con un simple traje marino y collar azul.
7. La juventud, además de su cargo, la puso la blusa azul de mangas abullonadas de Sira Rego.
8. Pilar Alegría fue la única que eligió ir con vestido. Blanco, de escote blazer y sin mangas. Pasó frío seguro, pero error no era.
1. A María Jesús Montero le encanta ir contra corriente y llamar la atención. Y eso no es malo a veces, pero hoy no era el día. Su dos piezas lima y esos pelos locos, como de volver de party, no tenían razón de ser.
2. El trajecito morado de Isabel Rodríguez era un recuerdo fatídico de muchas de las cosas malas de los gobiernos de Sánchez.
3. El rojo con negro de Ana Redondo nunca será de ceremonia de día. Diablos.
4. El vestido berenjena de Elma Saiz era triste, sin más. ¿Premoniciones?
5. Y el garbanzo negro de esta nueva familia hoy (léase con serio humor) era Francina Armengol, presidenta del Congreso. No se puede ir de negro sólido a un acto de mañana como este salvo que una a cabe de enviudar. Y no es la primera vez que lo hace, ya cayó en este error en el desfile de la Fiesta Nacional, si no recuerdo mal.
Pues eso, que lo veo todo más negro que blanco, a pesar de las intenciones. ¡Que el destino nos reparta suerte!