Bajo el onírico título de El Jardín del Tiempo, The Garden of Time, el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York celebraba esta noche su MET Gala anual, la velada benéfica más importante del mundo.
Estaba inspirada este año en el cuento de J.G.Ballard de 1962 que narra la historia de un matrimonio de aristócratas y su jardín de flores de cristal que revierten el tiempo. La alegoría de este año homenajea a esas prendas tan frágiles que no pueden volver a usarse jamás, y que se convierten en bellezas durmientes.
Vídeo: Todos los looks de la alfombra roja, en vídeo (Reuters)
El dresscode lo marca siempre la exposición temporal que cada año alberga el museo. La de 2024 bautizada como Sleeping Beauties: Reawakening Fashion, Bellas Durmientes: El Despertar de la Moda, muestra piezas en las que flores o mariposas viven en prendas tan frágiles y delicadas que apenas pueden tocarse.
Los anfitriones de lujo de esta edición eran: Bad Bunny, Chris Hemsworth, Jennifer Lopez y Zendaya y la omnipresente Anna Wintour, de Vogue.
Vídeo: Zendaya posando en la alfombra roja de la MET Gala (Reuters)
¿Qué hemos visto de toda esta maravillosa filosofía en los invitados?
1. Volvió a la gala, tras dos largos años por su última ausencia, la imprescindible Sarah Jessica Parker. Y ustedes me van a perdonar, pero no hay competencia para esta diosa del dress code. Ella, con su vestido Menina, era la jefa de todas las bellas durmientes de la noche.
2. El jardín nocturno de Penélope Cruz lo firmaba Chanel, como era de esperar. Y era delicado y frágil, como rezaba la invitación, para una bella durmiente llena de belleza.
3. Zendaya encarna el espíritu más joven pero más fiel al dress code de la velada, con su espectacular vestido de organza azul y verde de Maison Margiela Artisanal by John Galliano, su tocado de Stephen Jones y sus zapatos ‘Tabi’ de Christian Louboutin.
4. No habrá una bella durmiente en ningún otro Jardín del Tiempo más espectacular que Jennifer López y su vestido de cristal de dos millones y medio de diamantes, de Schiaparelli. A los que aún no hayáis leído mi novela ‘Schiaparelli, la italiana de París’ os sigo esperando en mis páginas y en cada uno de sus secretos. Sé que os encantará.
5. Como de un cristal tan delicado como sexy era el de Emily Ratajkowski.
6. Tampoco habrá jardín más frágil y delicado que el de Bruna Marquezine, que supo entender el dress code a la perfección.
7. Nicole Kidman bien podría haber sido una dama de noche, con todo su perfume, en un jardín de Balenciaga. Si no habéis leído mi novela de Balenciaga ‘El hijo de la costurera’ también os espero ahí.
8. Alia Bhatt era el jardín de otra época, delicada y sutil.
9. Las rosas amarillas viven en el inmaculado jardín de Gigi Hadid.
10. Anna Wintour manda en esta noche, como para fallar. Su abrigo negro de flores sobre vestido blanco era marca España. De Loewe.
11. Ariana Grande fue una flor blanca y sutil.
12. Taylor Russell fue jardín y hasta divino árbol de madera eterna, como su bustier.
13. En las antípodas de la sutileza estaba el de Demi Moore. Pero una flor del tiempo era.
14. Jessica Biel fue la bella durmiente que despertó, encendida, por un beso.
15. Uma Thurman y su jardín casi de hielo, pero jardín.
16. El de Teyana Taylor era de diabla. Pero jardín era también.
17. y 18. Dan Levy y Jonathan Groff, o cómo hacer de un traje o un esmoquin un jardín.
19. No entendí demasiado el jardín negro inacabado de Bad Bunny, de Maison Margiela Artisanal by John Galliano. Era como si a su hilandera mágica se le hubiese acabado el hilo. Pero me niego a ponerle en un error no sólo por ser anfitrión de este año, sino porque para como va el zagal siempre esta noche estaba misteriosamente guapo.
20. El Givenchy de Kendall Jenner tenía mucho de divina noche, pero poco de Jardín del Tiempo. Me niego a bajarla al error esta vez porque guapa estaba un rato largo como una bella durmiente de nueva era.
1. Si Kim Kardashian no se asfixia un año con esa cintura que le comprimen estrechándola hasta la ridiculez será un milagro.
2. ¿Qué narices leyó Serena Williams del dress code y su inspiración? Santa Madona.
3. No digo que Aya Nakamura no fuese cumpliendo la inspiración que este año se pedía, pero oigan que si a costa de eso a una le explota el pecho ¿dónde está la gracia?
4. El de Jordan Roth era un jardín tan confuso como embarrados sus bajos.
5. Igual de poco sutil que el de Cynthia Erivo, por más flores que llevase.
6. El jardín del tiempo de Ashley Graham, de Ludovic de Saint Sernin, se volvió tan cabaret que perdió toda idílica magia.
7. Que a Natasha Poonawalla se la coma la pedazo de araña que tejió tu terrorífico look. Nunca mejor dicho.
8. El verde mint de Donatella Versace no me gustaba, ni creo que cumpliese las expectativas de la noche. Y si iba de bella durmiente, ni la vi bella, ni creo que pegue ojo por las noches.
9. Lo de Da´Vine Joy Randolph no lo pillo nunca.
10. Tengo claro que Kris Jenner y Corey Gamble se pasaron el dress code por el forro, blanco, de sus modelitos como de bodorrio hortera con pasta. Porque otra cosa no se explica.
11. Lo mismo que Taika Waititi y Rita Ora, por mucho que nos hagan creer que él era un árbol y ella sus flores de colores. Ni cumplían el dress code, ni estaba guapos. Error doble.
12. J. Harrison Ghee se vistió de reina insecto. Sería para ir chupando el néctar de las flores que ella ni soñó en su dress code.
13. Jessica Serfaty Michel iba de jardín, sí, pero ni delicado, ni frágil, ni del tiempo. Vamos que iba hecha una falla.
14. Rebecca Ferguson se fue con el edredón.
15. Amy Griffin llegaba tarde a los Oscar de marzo.
16. Zoë Saldaña iba a otra cena, lo tengo claro.
17. Cole Escola no sé bien a dónde iba.
18. Lo de Gustav Magnar Witzoe no lo salva ni su belleza de querubín.
19. Lo de Lena Waithe no era un jardín delicado, aunque se empeñase.
20. Supongo que en todo bosque de bellas durmientes debe existir una madrastra malvada. Pues esa era Gwendoline Christie, con su rojo bajo capa negra de John Galliano para Margiela. Que habría estado divina en otra Gala Met, pero no sé si en esta.
21. No sé yo qué pintaba el chaqué bordado de Jaime Dornan en esta noche de gala. Y eso que él me encanta. Quizá el empanado que se lo puso no sabe que el chaqué es un traje ceremonial de día y a lo sumo de media tarde, como lo usamos en España para las bodas. Pero para una noche de gala, sea cual sea el dress code, como que no.
22. Claro que me quedo con su chaqué antes que con el conjuntito lila de Hamis Bowles, que parecía que se había dejado la toga al salir de la ducha por mucho que la llevase a juego.
23. O que el modeli blanco satinado con cuerpo de cota de malla de Rauw Alejandro.
24. Del disfraz de Alton Mason ni hablamos. Qué cosas.
25. Del modeli rojo con agujeros quemados de Wisdom Kaye ya ni les cuento. Muero por saber qué diría en su mente la lengua más cruel de Anna Wintour.
Y después de todo este circo de errores, voy a terminar primero con Rosalía. Me dicen que la inspiración era un tulipán negro, pero yo no lo pillé por ningún lado. Ella estaba guapa, que para como la hemos visto otras veces ya es un triunfo.
Y segundo, con dos bellezas que me han dejado a cuadros. Sí, guapos son un rato Elsa Pataky y Chris Hemsworth, él encima era anfitrión este año. Si alguien me explica y me convence de que se habían enterado de la filosofía de este año, le regalo lo que quiera. Cueste lo que cueste.
No pierdo este reto, lo tengo claro.