Aciertos y errores de la boda de Felipe y Letizia
No habíamos nacido aún en Divinity cuando los reyes actuales Felipe VI y Letizia de España se casaron aquel 22 de mayo de 2004. Lo hicimos unos años después y hoy, dos décadas más tarde de aquella boda, y 13 años a las espaldas de esta columna mía que nunca ha enmudecido y que leéis miles y miles de vosotros con fervor, voy a abordar aquel enlace tan lejano en el tiempo y sobre todo en el estilo.
Hoy nuestros reyes si volviesen a casarse serían mucho más modernos, sofisticados y preparados que aquellos que salieron a la calle en un Madrid lluvioso y gris, con la sombra aún latente del dolor del 11M.
Voy a hacer unos Aciertos y errores de antaño, con los ojos optimistas del hoy. Un recuerdo de entonces con la perspectiva de todo lo recorrido hasta en este tiempo.
Aciertos
1. La reina Sofía. Entonces reina reinante, lejos de los escándalos que provocarían el declive de Juan Carlos I a los ojos del mundo años después. Recuerdo con nitidez su regia estampa, madrina de ese novio que un día sería rey, con su vestido champán verdoso de Margarita Nuez y su mantilla española negra. Estaba espléndida.
2. El novio. Siempre ha sido apuesto don Felipe. Aquel día lo estaba con su uniforme de etiqueta del Ejército de Tierra, luciendo el Toisón de Oro y la banda de la Orden de San Hermenegildo.
3. Ríos de tinta corrieron con Rania de Jordania. Yo recuerdo entonces mis crónicas en la radio hablando de esta blusa camisera blanca y la magnífica falda multicapa con fondo lavanda y sobre falda de encaje blanco. Decían que ni por color, ni por largo. Yo entendí perfectamente el dress code de una mujer musulmana que no estaba dispuesta a doblegarse ante nada aunque fuese tapada. Y la vi chic, transgresora, exquisita, sexy y bellísima.
4. Noor de Jordania se cubrió la cabeza pero su vestido satén corto con su abrigo estampado también gritaban modernidades occidentales.
5. Rosario Nadal nos sorprendió con su trech rosa cuarzo y su pamela de organza estampada. Su look podría ponérselo hoy en cualquier boda y seguir estando igual de espectacular.
6. El Chanel azul pastel de Carolina de Mónaco, su pamela, su belleza innata y hasta su poderío llegando sola al enlace mientras Ernesto de Hannover dormía la resaca fueron un icono que dio la vuelta al mundo.
7.¿Dónde quedó aquella infanta Elena que nos dejaba con la boca abierta con sus guiños a la moda española más internacional?
8. Beige y azul pastel con cinturilla de lazada sobre la chaqueta. El acertadísimo look de Ana Botella sigue vigente en el tiempo.
9. El magnífico chaqué gris de la etiqueta británica en un jovencísimo y hasta apuesto Carlos de Inglaterra.
10. Paloma Cuevas siempre ha sido elegante. Su vestido con abrigo en cremas y tostados estará vivo aunque pasen otros 20.
11. Vestido cadmio y abrigo gris troquelado. Lo distinto de la infanta Cristina y el llamativo Iñaqui Urdangarín. Qué lejos quedaba el escándalo entonces.
12. Paloma Rocasolano pasó desapercibida en aquel momento con tanta realeza pero su vestido con abrigo rojo coral fue un muy buen acierto y lo sigue siendo.
13. Magdalena de Suecia eligió un dos piezas verde agua de cuello chimenea que ni me mataba entonces ni lo hace ahora, pero ella es guapa y nunca jamás perdía la sonrisa. Muchos decían que habría sido la reina perfecta para don Felipe.
13. Esperanza Aguirre ya nos enseñó entonces que daría mucho que hablar con algunos de sus estilismos, siempre correctos en cuanto al dress code pero no siempre aplaudibles en colores, estampados y formas.
Errores
1. La novia. Qué distinta es la doña Letizia sofisticada de hoy de aquella mujer de cara no muy alegre, intentando tirar de un vestido imposible, pesado y antiguo que podía con ella. Aquel artificio con escote chimenea y aires de barroco imperialismo que la casa Pertegaz había hecho para una mujer poco regia y demasiado débil era como arrastrar un muerto bajo una tormenta.
Ni me gustaba el vestido entonces ni sería capaz de recomponerlo ahora ni para vestir a una enemiga. Era tan demodé y con tantas ínfulas, que me parecía un exceso similar al de Tamara Falcó en su boda este último verano.
Si el vestido sepulta a la novia es que el diseño ha fallado estrepitosamente. Lo firme quien lo firme.
2. Marta Luisa de Noruega seguirá siendo recordada por aquel terrible vestido limón con tulipanes rojos. Era de cabaretera.
3. El de Mette Marit no era chirriante, pero ella estaba igual de catastrófica.
4. El vestido banderín español con corazón republicano de Ágatha Ruiz de la Prada fue una de sus salidas de pata de banco. Y lo que ahora nos parece tan ella y tan divertida entonces me antojó una auténtica mamarrachada.
5. Sonsoles Espinosa, mujer de Zapatero, se cascó un vestido fluido en color tabaco que dio mucho que hablar. Ni el color me parecía lo mejor para una ceremonia de día, ni aquel satén que se pegaba a su cuerpo tan toscamente.
6. El abrigo batín de flores de la infanta Pilar ni me gustó entonces, ni lo haría hoy. Recuerdo las voces más críticas años después comparándola con la Antonia de los Morancos.
7. No, no era un error de manual el vestido con abrigo en color maquillaje de Máxima de Holanda. Pero hoy, viendo en lo que se ha convertido esta reina actual elegante y chispeante se nos queda corto aquel modelito soso de antaño.
Sí, ha llovido un mundo aunque estos 20 años hayan pasado en cuatro golpes de tecla. Qué gusto es quedarme hoy con la visión de la reina Letizia actual y lo que ha conseguido para la casa del rey Felipe VI, con la que ha caído en esa familia.
Y qué placer es saber que la elegancia natural, esa que no se adquiere con ningún dinero, sigue latente en algunas de estas mujeres que vimos en aquella boda y que hoy podrían formar parte de cualquier ceremonia sin cambiar ni siquiera un botón de sus indumentarias de entonces. Bravo por ellas.