Seguramente será la boda del año. Ni todos los días se casan dos miembros de dos familias como los Falcó y los Junot, ni todos los días la lista de invitados da para llenar las portadas de todas las revistas de los miércoles.
Vamos, que la boda de Isabelle Junot y Álvaro Falcó nos devuelve, falta hace, a los personajes de siempre. A esos de verdad que poblaban antaño las revistas del corazón.
1. La novia. Su vestido simple de corte medieval, su diadema histórica de brillantes, su ramo de simple paniculata… Sencillamente elegante.
2. El novio. Su chaqué perfecto en lana gris y azul marino.
3. Es agradable volver a ver a Marta Chávarri, estrella de las portadas de entonces, en las revistas de esta nueva era del corazón donde la clase, a menudo, brilla por su ausencia. Estaba perfecta con su vestido tinta con plumas, su tocado y su gargantilla de perlas de cinco vueltas.
4. Xandra Falcó uso la primavera con frío como se debe, con un vestido floral en frambuesa, ligero, pero de manga larga. Y con una manta chal de lana beige.
5. Tamara Falcó y el otro gran vestido floral de la boda. Ella estaba guapa a rabiar y era la testigo perfecta.
6. Marta Ortega, la heredera del imperio textil más grande del mundo, mezcló un vestido naranja casi teja con un abrigo azul casi lavanda. Y el efecto, dicho es otra cosa, era espléndido.
7. El jumpsuit de Vega Royo-Villanova con sus rosas-lazo era tan diferente como acertado.
8. Renata Collado, novia de Alonso Aznar, adecuó la primavera al entorno con su vestido floral en verdes y granates.
9. Amarillo, fruncido y asimétrico. El vestido de Eugenia Silva sólo se lo podría poner ella, pero estaba de impacto.
10. Cari Lapique se fue al clásico, y esto es un rango, con un buen midi generoso en nazareno.
1. El padre de la novia. De aquel guaperas vividor que encandiló hasta el matrimonio a Carolina de Mónaco queda poco. Envejecer es una gloria y un grado. Eso nunca sería un error, por supuesto. Pero que el chaqué gris le quedaba extra grande y parecía un préstamo de última hora no tengo duda. Y eso sí es un error. Garrafal.
2. El traje naranja con fresa de Simona Gandolfi, mujer de Hubertus de Hohenlohe, chirriaba en una boda tradicional en la fría primavera de Plasencia.
3. Marina Gómez de Baeza parecía enlutada y si no es la intención es un error de bulto.
4. No era error en sí el de Marta Rosillo Chávarri, pero sí lo es que el modelito quede tan soso que hasta aburra.
5. Me encantan las mujeres con pantalones en las bodas de día, pero el conjunto oversize de Prisca Pérez-Pla de Alvear se quedó como para un simple almuerzo celebrando algo casual.
6. Que había algunos errores más de manual en esta boda de postín, obvio. Pero no los voy a reflejar porque muchas de sus invitadas ‘cuadro’ no son personajes públicos y no hay necesidad, sino respeto.
7. Pero vaya que sigue habiendo hombres que sacan un traje de un armario de boda en boda aunque sus cuerpos hayan cambiado de talla y la vida de talantes.
8. Y sigue habiendo mujeres que se lo calzan todo sin saber que para el ‘más es más’ se tiene que tener mucha clase y/o mucho saber estar y tronío.
Dicho queda.
Te interesa:
- Así fue la gran fiesta tras la boda de Isabelle Junot y Álvaro Falcó