Con la fresca, como dirían las abuelas, Ronda acogía bajo el sol y con un calor africano a los invitados al bautizo del hijo de Cayetano Rivera y Eva González, una de esas parejas que siempre están estupendos, juntos o separados, en cuanto a sus estilismos.
A las 12 del mediodía llegaban los invitados al casco histórico de la taurina localidad malagueña. Allí se encuentra la Iglesia del Espíritu Santo, templo del siglo XV, donde el pequeño Cayetano recibía el sacramento del bautismo. Desde ahí los invitados se trasladaron a El Recreo de Ronda, la casa de los hermanos Rivera que perteneció al abuelo Antonio Ordoñez y convertida hace años en hotel rural.
Entre las anécdotas del día, dos. La primera la ausencia de Kiko Rivera Pantoja, o de su mujer, si es que el primero tuviera o tuviese una agenda como de Presidente del Gobierno. Que la hija de Cayetano, Lucía, no iba a acudir por motivos laborales se sabía.
La segunda, el retraso de Lourdes Montes y Francisco Rivera que llegaban a la iglesia una vez empezada la celebración escudándose en el tráfico.
1. Eva González y Cayetano nunca fallan en los estilismos. Él con ceremonia clásica de mañana, traje marino, camisa blanca y corbata azul con rayas blancas. Ella con un vestido midi celeste con cinturón y sandalias, melena suelta y todo natural como acostumbra. Pareja perfecta. El niño con traje de cristianar dos piezas diseñado por Cristo Báñez, amigo de Eva.
2. Francisco Rivera y un muy buen look de un invitado para eventos estivales de mañana. Pantalón beige y blazer azul. Lourdes Montes con vestido corto ligero estampado en blanco y rojo. Ellos son tíos e invitados más que correctos. Salvando la tardanza, el acierto es sólo estilístico.
3. Elizabeth Reyes y su pantalón sastre blanco de talle altísimo con blusa y sandalias buganvilla. Esa Andalucía pura que ella defiende con rotundidad.
4. María José Suárez y su rosa cuarzo con hombreras goyescas, manga francesa y corte impecable. Quizá no pensó que el calor sería su mayor enemigo.
1. La hermanísima Martín Berrocal, Rocío, se creyó madrina y hasta casi novia con su midi embutido de encaje marfil. Ella no aprende jamás a manejar los excesos, lo que intuyo que hace a conciencia y con alevosía. Y esto, de toda la vida, es un ridículo gesto de afán de protagonismo que poco sentido tiene en un bautizo.
2. Que ni Kiko Rivera Pantoja ni su mujer Irene Rosales aparezcan en el bautismo es un error casi previsible. No hay compromisos de estado que lo impidan, me temo.
3. Que los titos Francisco Rivera Ordoñez y Lourdes Montes lleguen tarde a la ceremonia es un error de cálculo imperdonable, por mucho que salir de Sevilla fuese una proeza por culpa de la celebración del día de las Fuerzas Armadas.