Aciertos y errores de los looks de los invitados a la boda de Belén Esteban

divinity.es 23/06/2019 11:11

Por fin llegó el gran día de Belén Esteban y los ojos, hasta desde los aires, estaban pendientes de dos cosas. Una, el blindado vestido de la novia por la exclusiva de Hola y otra, con qué nos sorprenderían los invitados del mundo Sálvame para tal evento.

Y claro cuando el programa lleva meses cebando lo que se van a poner, lo que han elegido, lo que será, lo que no y lo de más allá, pues la expectativa es tal que cualquier desliz se convierte en un mundo.

Pero lo que hay que tener claro es que las características de la boda de Belén, poco tenían que ver con la de Pilar Rubio y Sergio Ramos en cuanto a las condiciones protocolarias. Ni era religiosa, ni en una Catedral y escenario público, ni era de principio de tarde… Si a eso le sumamos que no había un dress code específico en las invitaciones o indicaciones de los novios, los looks podían ser tan atrevidos y libres como la osadía.

Con todo esto, y más allá de lo correcto o incorrecto, ¿quiénes brillaron y quiénes patinaron? Hoy saco la lupa con pulso.

ACIERTOS

1. Anabel Pantoja se conoce tan bien que su vestido tul ilusión multicapa de anoche, en negro, escote corazón, perlas chispeadas y su escote limpio y perfecto makeup arrasaron con todo. Top.

2. Raquel Bollo y su espectacular evolución en estos últimos años me siguen sorprendiendo. Y tener esa capacidad de sorpresa es ya en sí un acierto. Su vestido lavanda profundo de muselina era impecable.

2. Que oigo decir que Mila Ximénez había defraudado. Y me quedo a cuadros porque a mí si Mila me gusta precisamente es por tener la clase natural de llevar un sencillísimo blue como este de falda voluminosa y cuerpo saco y nada más que unas buenas joyas. Chapó por ella y por su Ágatha Ruiz de la Prada.

3. Cristina Soria y su vestido camisero azul polvo con cinturilla y tocado en burgundy se elevan al podio de mis favoritas con todo el derecho.

4. El coral living de María Patiño se convirtió en el color estrella de la velada. Que habría quedado estupendo sin la aplicación bordada en oro, pues también.

5. Que Hannibal Laguna no suele ser mi elección perfecta, obvio, que Carlota Corredera estaba guapa con su drapeado azul pato y sus mangas de cuento infinito pues también. Era sin duda la invitada mejor peinada de la boda y eso la retiene por derecho en mis aciertos.

6. Que a mí me espanta el print animal ya para cualquier evento, sí. Que precisamente porque a pesar de eso vi a Belén Rodríguez estupenda y para arrasar con la noche, pues también. Y eso tiene su mérito.

7. Cuando Rafa Mora se viste de señorito mejora hasta límites insospechados.

8. Kiko Hernández acertó en tirar de la correcta ceremonia. Su sastre azul con chaleco de flores no tenía pegas.

9. Antonio Rossi casi dibujó su correctísima ceremonia.

10. El padrino rompió su perfecta sobriedad con tres broches joya vintage. Y estaba guapo porque lo es.

11. El sencillísimo buganvilla de Paz Padilla y un makeup impecable tenían que ser acierto sí o sí.

12. Y me niego a poner a Lydia Lozano en los errores porque guapa estaba, no sólo por cariño. Ahora bien, ni me gustaban sus pantalones Capri, si uno elige pantalones que eche el resto y se vaya a unos de noche, ni que no saliese del confort de sus colores previsibles. Si lo vemos con objetividad podría ir así cualquier día al Sábado Deluxe o a una cena festiva con amigos. O sea que error no era, pero yo me esperaba más que un pitillo con casaca, porque ella puede.

ERRORES

1. Que Ylenia estaba espectacular con su coral de espalda desnuda, sí. Que le sobraba la cola arrastrando por toda la finca, pues también. Una invitada jamás puede llevar cola en una boda sea del tipo que sea la ceremonia y la fiesta. Error al cubo.

2. Luis Rollán cayó en ese error de manual del negro palmero integral, a pesar de su blazer blanca y negra.

3. Manuel Zamorano cayó en el mismo error que Rollán pero encima se le olvidaron los botones hasta el hígado.

¿Qué les pasa a los hombres para arrancarse los calcetines cuando van con traje a una boda? Yo no sé en qué idioma decir lo ridículo que resulta eso, por ‘fresh’ y chic que resulte un pitillo con unas alpargatas para un look ligero de verano. De ahí a un sastre va un mundo, pero me temo que explicar esto de nuevo es en balde.

5. Mi amiga Carmen Borrego habría sido la invitada más que correcta de una ceremonia convencional, en corto y no excesivo. Lo tengo claro, aunque a mí no me gustase en conjunto su vestido. Pero aquí el no riesgo se convierte en error por defecto, es decir, por pasar sin pena ni gloria. Pero juro que yo me río con ella hasta la felicidad.

Y para los que me dirán que he sido excesivamente bueno por no criticar a algunos por puro compañerismo de cadena, pues qué quieren que les diga, SÍ. Ni lo voy a negar ni me arrepiento. A veces uno se tiene que dar un punto en la boca por pura cordura laboral, porque cuadros había para hacer una subasta surrealista.