Yo empecé a escribir sobre la alfombra roja de los Goya hace tantos años que hoy me siento orgulloso de todo lo que se ha consolidado en los armarios de las estrellas de nuestro país. Sí, costó pero hace tiempo que estamos a la altura de esas alfombras mundiales de cine que hechizan al planeta.
Del arte de nuestros artistas, no hace falta decirlo, siempre he estado orgulloso, a pesar de que en este país se cumpla a rajatabla ese terrible tópico de la crítica a lo patrio aunque fuera nos alaben. Penélope Cruz sabe mucho de esto.
Pero estar orgulloso de ellos, amante soy del arte en todas sus expresiones, no significa que todo sea bonito en las alfombras en cuanto a los estilismos. Ni en las más exquisitas del mundo. Hoy no iba a ser menos. Unos brillaron, otros ni con aceite.
Y que vaya por delante que la moda, con su glamour y hasta con todas sus excentricidades, es maravillosa. Pero hay modas, hay extravagancias y hay mamarrachadas, aunque sus portadores se crean los más modernos del mundo.
1. No había vestido más divino esta noche que el Armani Privé de Cate Blanchett. Y toda ella. Maravillas internacionales que llegan a los premios del cine español por la puerta grande.
2. Chic, sin más, era el blanco tan lady de Penélope Cruz. A la que deseo desde este momento lo mejor para los Oscar, porque ya ha hecho historia.
3. El poderío de la noche se lo llevó Luz Casal. Sorpresas. Negro y oro. Con bolera. Art decó puro.
4. Negro y oro también, de Balmain, la imponente falda tul de Milena Smit con su cuerpo de gladiadora.
5. Carolina Herrera vistió de fiesta pura a Michelle Jenner, con sus lentejuelas maxi y sus volantes de muselina.
6. Carolina también firmaba el tul multicapa de volantes en blanco y negro de Belén Cuesta.
7. Andrew Pocrid dibujó el vestido abanico de Paula Echevarría.
8. Un neopreno enjoyado. Lo potente de Aitana Sánchez Gijón.
9. Cristina Castaño, o cuando la transparencia tiene el sentido sutil de antaño. Su Martinelli era impecable.
10. Blanco, Dior y plisado. Lo exquisito de Verónica Echegui.
11. Blanco y negro, de Stéphane Rolland, con polisón y cola de novia y joyas históricas de Liz Taylor. Nieves Álvarez jamás defrauda.
12. Las flores volátiles del maravilloso Giambattista Valli de Marta Nieto.
13. Los enjambres de Teresa Helbig son inconfundibles. Como el de Cristina Brondo. Aunque le sobraba el tocado.
14. De Helbig también era el mosaico de Emma Suárez. Su melena ochentera era tan fresh que aligeraba un poco lo pesado del vestido…
15. Macarena Gómez se bajó del ‘top five’ al que nos tenía acostumbrados pero su transparencia Helbig era súper acierto de todos modos. Lo de su chico Aldo Comas, esta noche tenía su rollo. Y ambos rindieron tributo a la desaparecida Forqué.
16. La cola de la noche era la de Belén Rueda, de Valenzuela Atelier.
17. Blanco, asimétrico y floral. Cuando las flores son sexys, Goya Toledo y su Elie Saab.
18. Las lentejuelas color noche, como las de Blanca Romero, no fallan.
19. Jedet tiró de rosas rojas sobre su jardín nocturno de curvas de diosa griega, de Ze García.
20. Azul noche e imperialista. Así era el vestido de Lucía Jiménez. Oda a los 90.
21. Imperial y noventero era también el vestido con capa de mi musa de tapias de enamorados Ana Milán. Lo firmaba Alicia Rueda.
22. De los chicos, no podían estar más guapos ni Arturo Valls…
23. …ni Bassave, Alfonso, que sigue siendo ‘too match’.
24. Y Paco León, por fin, dejó su rollo de Curro Romero de libre género para calzarse un esmoquin clásico, pero con mangas de plumas. Así, sí.
1. Lentejuelas y rojo. Esto no debería fallar, pero a Blanca Portillo le pudo su vestido y la engulló.
2. Con lo dulce que es Rozalén… Su armario está lleno de amarguras.
3. El de Paula Usero parecía que se lo habían embutido por narices.
4. Óscar Jaenada iba de él mismo. Y eso casi no sería error por lealtad, pero era tan feo el modeli…
5. Bardem es un genio interpretativo, pero sus total looks black y su pelo como de andar por casa un día de resaca no son de genio.
6. Casanova me odiará, pero yo le amo. A su armario no. La verdad.
7. En Ágatha tendría su rollo, en otras hoy parecía disfraz. Cosas de la clase natural de las personas. Y de su ausencia.
8. Y mira que hoy he sido bueno porque había muchas cosas bonitas, pero con estas otras cosas me bajo del mundo, así lo digo…