Aciertos y errores de los Premios Princesa de Asturias 2021
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Dos meses después de dejar España para estudiar en Gales, la princesa Leonor volvía y se presentaba en Oviedo ante la sociedad y ante los ojos del mundo más madura y más atrevida en su actitud y también en sus estilismos.
Los Premios Princesa de Asturias, que este año han recuperado parte de la normalidad de otras ediciones anteriores a la pandemia, son sin duda la cita anual más importante de la heredera española.
Me gusta de ella que siempre sonríe hasta con mascarilla con esa inocente naturalidad y que trata con sumo respeto y cariño a la gente que la rodea en cualquier acto público. Esto es de un saber estar tan preparado y acertado que lo demás, me guste más o menos, queda en un segundo plano.
Y la reina Letizia, qué quieren que les diga, cada vez me gusta y me sorprende más. Hoy estaba tan chic que…
Aciertos
1. La reina Letizia ya no tiene competencias, lo tengo claro. Ni aquí ni en ningún lugar del mundo. Su midi negro con falda tulipa tan de los 50 volvía a ser un cóctel más que perfecto. Lo firmaba mi amigo querido Antonio Burillo The2ndSkinCo.
Ella estaba espléndida porque ha conseguido hacer que floten sus vestidos siempre. ‘A la reina lo que es de la reina’. Chapó.
2. El vestido cortísimo de estampado geométrico y lazada en la nuca de la Princesa de Asturias será criticado, seguro, pero era un buen pulso para gritarle algunos que tiene la edad que tiene y que a pesar de su inexperiencia lógica tiene frescura y simpatía. Yo he visto este look optimista, actual y pop. Y eso me vale, y mucho.
3. La reina doña Sofía tiene señorío pase lo que pase en la vida. Y eso es lo mejor que nos queda del apagado reinado de Juan Carlos I. Su vestido abrigo rosa degradado era correctísimo.
4. Me gusta que a la infanta Sofía le mantengan esa nostalgia clásica de las bailarinas de los cuentos. Sus looks tienen mucho de eso, del talco, del tul, de las faldas de los sueños bonitos. Hoy su falda de tul rosa con cuerpo negro tenía su encanto. Ojalá que no pierda ese aire y sepa evolucionarlo.
Errores
1. No era error en sí el vestido cruzado fucsia con cinturón limón de Meritxell Batet, pero un rato pasado ya estaba. Y esto, también es un error, la verdad.
2. Alicia y Esther Koplowitz, que me parecen dos cañones de mujeres en sus distintos estilos, llevan años dejándome sin palabras porque me cuesta reconocerlas. Si la cirugía estética nos impide reconocer a las personas es que algo ha fallado de largo. Ya me fastidia.
3. No es un problema de tallas, lo digo y diré mil veces, es un problema de dejadez. Si no, no entiendo lo del traje de Miquel Iceta.
4. Lo de la corbata verde esmeralda a juego con la mascarilla del presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, era ya ‘demasié’.
Menos mal que cualquier error de hoy habría quedado eclipsado por la divinidad, y no digo real, de nuestra reina. Con eso me quedo.