La revista Vanity Fair celebraba la noche del martes 30 de noviembre en Madrid su fiesta del Personaje del Año, en un año que si de algo ha estado escaso ha sido de fiestas con personajes. Pero eso no impidió que el Teatro Real y la citada revista recibiesen a un generoso grupo de invitados y a uno de sus célebres personajes del año, Raphael
Él lleva tantos años ‘hablando del amor’ que ayer se lo devolvieron con creces.
Dicen por ahí que fue una de esas veladas bonitas y amables, en un Madrid burbujeante donde cada día se celebran tantas fiestas tras la pandemia que algunos invitados, esto me suena de antaño, deben elegir a cuál ir o bien correr de una a otra atravesando la ciudad para llegar sin aliento.
En otro lado de la urbe, de hecho, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se convertían en la pareja más reclamada de la party de Mujer Hoy.
Pero ahora nos quedamos en Vanity y en esa red carpet llena de noches, sonrisas y brillis.
1. Nati Abascal no falla jamás. Su vestido túnica de glitter encendido era una oda al poderío, al imperialismo más sofisticado, a la pura noche de fiesta.
2. Adriana Abascal, o cómo ir con botas y una falda larga de noche con todo el estilazo del mundo.
3. Begoña Vargas arrasó. Palabra de honor, corte sirena y lentejuelas rojas.
4. Este rojo no se quedó atrás. Ella es guapa para morir.
5. Rosanna Zanetti se ha convertido en las últimas fiestas en la estrella del photocall. Su vestido de oro con sus plumas en fresa triunfaron hasta desdibujar a Bisbal, su chico, que por una vez se ponía un esmoquin negro de los de toda la vida y se dejaba de estampados imposibles.
6. Marta Nieto eligió terciopelo y azul noche. Y acierto fue.
7. Eugenia Martínez de Irujo volvió a los vestidos de noche y glitter negro.
8. Topacio pintó el suyo de añil.
9. Si Ágatha Ruiz de la Prada no se vistiese de ella no sería Ágatha.
10. Vaquerizo se quitó el negro y estaba divino con su terciopelo encarnado.
11. Boris en azul noche y su popular ya cartera de mano print siempre son un agradable acierto.
12. Raphael tenía que ser acierto por derecho propio y por tantas décadas incombustible en el mundo de la música y el espectáculo. Su esmoquin con lazada era un respiro frente a sus looks negros totales de escenario. Natalia Figueroa mezcló sus turquesas gigantes con un vestido cruzado con lazada.
13. Cristina Castaño tampoco se mató anoche pero el negro y la simplicidad resolvieron cualquier desgana, aunque fuera en el límite.
1. Carlos Areces parece siempre uno de sus personajes, pero de esos paletos y exagerados.
2. El satén lencero de Sandra Gago se quedó en eso, en un camisón y sin gracia.
3. El de Andrea Levy era extraño. Quizá este embrollo de lazos y asimetrías en rosa se lo pone una top mundial y nos parece algo, que lo dudo, pero a simple vista ni funcionaba, ni le encontré la gracia.
4. El de Esther Doña era de esos vestidos flotantes que igual triunfan en una noche de verano en una fiesta en un jardín divino, que fracasan en una noche urbana camino del invierno. Ayer, obvio, era lo segundo.
5. Pablo López regresó al black y su rollo con trench negro y zapatos sin calcetines volvió a alejarle de los dandis de la noche.
6. Este chicuelo, dandy tampoco era. Ya es complicado serlo con este color de… eso que ya todos han pensado.
Me congratula, ya lo digo, que la mayoría de los chicos de anoche entendiesen que el esmoquin es lo que toca y con lo que están más guapos en un evento como este, más allá del acierto protocolario.
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