Fue la protagonista y ganadora de OT 2017, nuestra representante en Eurovisión con un buen tema que pocos entendieron en Europa y la generadora de los momentos más románticos y hasta divertidos dentro de la academia. Y ahora lanza al mercado su primer trabaja musical en solitario, 'Un nuevo lugar'. Pero en cuestión de imagen, nada hay nuevo en ella.
Es joven, resultona y más que sobradamente preparada. Pero sus looks no son normalmente lo más, aunque para su legión de seguidores sea paradigma hasta de tendencias. No siempre acierta, ni mucho menos explota todo lo bueno que tiene también en su envoltorio, lo artístico nadie lo duda.
Y ojo con las reivindicaciones de libertad y naturalidad de algunos en cuanto a la imagen, a veces se dan la vuelta y les dejan abandonados en el barro.
¿Qué es lo mejor y lo peor de su imagen?
ACIERTOS
1. El rojo y los pantalones son dos 'must' en su imagen que debería potenciar.
2. Los largos con talle marcado, como el de Eurovisión, son aliados perfectos para su fisonomía.
3. Le sientan bien los colores fuertes y el dinamismo de los estampados.
4. Los vestidos túnica y fluidos también son una buena opción en su armario.
SU MEJOR ACIERTO es la excesiva naturalidad, pero ojo, que cuando se pasa de natural a descuido el efecto es todo lo contrario en un segundo.
ERRORES
1. No le hace un favor a su trabajo musical el aspecto lánguido y como de 'ida', desgreñada y no vestida de su corto videoclip. Más allá del rollo musical, que no me compete a mi valorar eso ahora.
2. Su mal uso de las transparencias da resultados tan poco estéticos como este.
3. Su sport básico es absolutamente farragoso y pocas veces le favorece. Se empeña además en los petos y los pantalones pirata y es un corto que se da de tortas con su físico.
4. Debería desterrar los marrones, los tierras, los verdes raros, los caquis y los negros sólidos de su vestuario.
5. El makeup y su cabello en su día a día no son su fuerte. Tampoco, por gracia que le haga a sus seguidoras más jóvenes, lo es el desaliño. Ese aspecto de 'no me arreglo, ni me depilo si no quiero' estará muy bien como reivindicación, pero como estética general es una cuchillada.
SU MAYOR ERROR es que le da igual si algo le sienta bien o no, si está cómoda se lo calza, y esa es la primera manera de patinar siempre en nuestra imagen. Y cuando uno se dedica a algo público no se puede permitir patinar de esa manera.
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