Lleva desde los 14 años, cuando fue elegida para entrar en la Escuela Nacional de Arte de Cuba, su país natal, ligada al mundo del ‘star system’. Ana de Armas llegó a nuestras retinas poco después, con 16 años y en un papel protagonista junto a Álex González en ‘Una rosa de Francia’.
Y nada más cumplir los 18 tramitó el papeleo para conseguir su pasaporte español, sus abuelos maternos eran de Palencia y León, para desembarcar en nuestro país y llegar a la serie El internado. Allí comenzó su andadura popular junto a Blanca Suárez, Elena Furiase y Martiño Rivas.
Desde entonces han cambiado tanto las cosas que ahora vive en Hollywood, es la novia de Ben Affleck y se codea con lo más granado del cine americano. Su último proyecto cinematográfico es ‘Blonde’, donde dará vida a la eterna y sexy Marilyn Monroe.
¿Qué es lo mejor y lo peor de su imagen? ¿Con qué triunfa siempre y con qué nos hace dudar?
1. Los cortos básicos son uno de sus talismanes para arrasar en los eventos sociales. En negro o tinta, con glitter o lentejuelas, pero siempre lisos.
2. Su ‘masculino femenino’ tan sexy le funciona de maravilla. Este tuxedó con blusa de chorreras es top.
3. Su make up natural es otra de sus grandes bazas para proyectar una imagen fresca y muy jugosa.
4. Sus opciones clásicas para la red carpet, a pesar de su juventud, son a menudo más que un acierto.
5. En contrapunto a este lado clásico, está el buen uso de las tendencias límite. Ocasionalmente.
LO MEJOR DE SU IMAGEN es sin duda ese buen equilibrio entre lo tradicional y lo extravagante de manera puntual. Su imagen general es fresca y sexy pero de manera muy natural.
1. Domina mejor los lisos y los sólidos que los estampados y la inyección de color.
2. El lurex, los metalizados y algunas tendencias de veinteañera tampoco le hacen un favor y se desmarcan de su imagen fresca habitual.
3. Me gusta mucho más con su melena natural y su make up ‘fresh’ que cuando improvisa moños y peinados ‘despeinados’.
4. El marrón, los cacaos, los tonos maquillaje subido y los tierras no son su paleta perfecta, que se acerca más a los azules tinta, los rojos, los negros y a los blancos primarios.
LO PEOR DE SU IMAGEN aunque sea de manera puntual, es ese ‘tirar’ de la tendencia extrema más de adolescente o veinteañera que de una mujer con un look general fresco y positivo, como es ella en su habitualidad.