Nació en Berlín, Alemania, pero llegó a Barcelona con cinco añitos para residir un tiempo en Cataluña e instalarse en Asturias tiempo después. Gracia Querejeta lo subió al escenario público en 2013 con la película ’15 años y un día’ y se paseó por los Oscar y los Goya como si no fuese nada nuevo.
Y luego, como una premonición de éxito, llegó Ander, su personaje en Élite y la fama estratosférica. Más de 11 millones de seguidores en su red social convierten a Arón Piper en indiscutible ídolo de masas virtual.
Tiene pinta de niño malo, pero con mirada de niño nostálgico. No se quita el pendiente y las esclavas de plata, pero a veces los mezcla con polos de niño bien o ese rollo de rebelde escolar de buen barrio. Pasa de comerse la cabeza con la moda, o al menos eso aparenta, pero le gusta gustar…
Con todo esto, ¿qué es lo mejor y lo peor de su imagen?
1. Es una estrella, pero podría pasar por un joven más de pandilla casual urbana. Su imagen diaria, aunque me espanten sus joyas de plata y ese de toque de rapero ‘underground’, es mucho más fresca de lo que parece.
2. Se empeña muchas veces en los negros, pero el blanco dulcifica todas sus posturas de ‘malote’.
3. Me gusta este toque rebelde lánguido, como de un Dean tan potente como frágil.
4. Y también su desaliñada pero muy estudiada naturalidad.
5. Él tiene su propio instituto.
LO MEJOR DE SU IMAGEN es sin duda esa naturalidad ‘revival’ que mezcla la pandilla urbana, los grupillos estudiantiles y las escuelas de danza de los 90.
1. Me gusta más su naturalidad callejera casual que cuando se viste para un evento. Lo imagino con este traje cruzado diplomático con una camisa blanca y sin platas y todo sería distinto. Pero no sería él. Así que puestos a elegir me quedo con sus sudaderas urbanas, sus camisetas frescas y sus jeans y no con estos looks.
2. Lo del brilli ya me mata. ¿Quién le eligió este sastre de ceremonia trasnochada?
3. Que no, que no me gusta nada su ‘joyerío’ extremo. Resta todas sus frescuras, que las tiene.
4. No sé si es peor cuando se cansa de los trajes de los eventos y tira del chándal ‘sponsor’ para esos mismos u otros eventos. Ni una cosa, ni otra…
5. O cuando se enreda en lo farragoso…
LO PEOR DE SU IMAGEN está precisamente en alejarse, a veces, de ese look tan propio como de su particular tribu urbana y en abusar de un ‘joyerío’ y rollo tosco que enturbia sus frescuras.
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