Louis Arthur Charles Kensington, el tercero de los hijos de Guillermo de Inglaterra y Catalina de Cambridge era bautizado este lunes 9 de julio en la capilla del Palacio de St. James, en Londres. Tendría que haber sido él el protagonista indiscutible de esta jornada, pero la atenta mirada de la prensa internacional se posaba, como era previsible, en el nuevo miembro de la familia real, Meghan Markle, reciente esposa del príncipe Enrique.
Suponíamos que no nos defraudaría ella, no lo ha hecho en ninguna de sus intervenciones públicas, y que no usaría el tono crema casi vainilla ya tradicional de su cuñada, vestida de Alexander McQueen, en los tres bautizos de sus hijos. Y así fue, Meghan se decantó por un discreto verde kaki, con pamela ligera y salones perfectos, en un estilo muy suyo y sofisticadamente marcado, que cada día cosecha más alabanzas.
El príncipe Carlos recurrió una vez más al eterno sastre cruzado, en gris azulado, tan propio de su armario y de la etiqueta clásica inglesa. Su esposa, la duquesa de Cornualles, eligió el blanco. Y la ausencia de color estaba cantada porque esta ceremonia no contaba, según el anuncio de la casa real, con la presencia de la reina Isabel II.
ACIERTOS
1 La nueva duquesa de Sussex, Meghan Markle, volvió a causar sensación con un color inusual en un bautizo pero muy apropiado para intentar un segundo plano, aunque era imposible conseguirlo, y muy acertado con el color de su pelo y de su piel. Su corto verde recto con escote capelina, su ligera pamela, sus salones… Todo. Estaba perfecta y le quedaba impecable.
2 Catalina de Cambridge casi repitió por tercera vez el color en su vestido corto de ceremonia, más que correcto, con tocado casquete con flores y red. Era la misma gama de tonos, entre el crema y el vainilla, de los bautizos de sus otros dos hijos.
La simplicidad de este último radicaba en su manga francesa y su escote V limpio.
3 El blanco natural, manga francesa y escote con perlas, de Camila de Cornualles. Muy correcta y muy en su línea de echar el resto en el tamaño y el impacto de sus pamelas XXL. Esta no era excesiva, pero era una vez más la protagonista de su look.
4 La simplicidad de los niños en una ceremonia familiar de verano. En azul y blanco.
5 Los sastres sencillos y correctos de una ceremonia como esta de los tres príncipes. Carlos en cruzado y gris azulado, Guillermo en azul acero, Enrique en azul royal. Los tres con corbatas en tonos azules.
ERRORES
Era previsible que no hubiese errores en una ceremonia tan reducida y tan correcta como esta. No había lugar para el fallo en una familia, la real británica, que es experta en cumplir a rajatabla la etiqueta más antigua del mundo, la suya propia.