Aciertos y errores de la boda de Marta Pombo y Luis Giménez
El sencillo sí quiero de Marta Pombo
Cantabria volvía a vivir este sábado el mundo ‘influencer’ con la boda de Marta Pombo y Luis Giménez, pocos meses después del enlace de su hermana María.
El Santuario de Nuestra Señora de Latas, en Somo, era testigo de tan insigne acontecimiento a las 12 del mediodía. Con este entorno tan natural y sencillo y a esa hora de la mañana, la simplicidad debía ser la nota predominante en los atuendos de los invitados.
La novia llegó con el pelo semi recogido en una cola. El novio con el pelo suelto y casi cardado. Cosas que pasan.
ACIERTOS
1. La novia y su simplísimo y ligero vestido, de la diseñadora madrileña Claudia Llagostera. Sus medias mangas con puñetas, su escote en V cruzado, su multicapa sutil rematada en encaje y hasta el inusual ramo de girasoles. Bien.
2. Marta Lozano y su vestido midi arquitectura verde mint con su divino tocado Ascot de rejilla.
3. El corto buganvilla de María Pombo y su diadema de pedrería tan de los 90. Su makeup frutal y su naturalidad.
4. En los mismos tonos y con estampado geométrico, el tres piezas de pantalón y abrigo ligero de Lucía Pombo, su otra hermana.
5. Teresa Andrés Gonzalvo se fue a los 90 en toda su exageración con sus hombreras, solapas XL y su cinturón maxi en un conjunto azul pato y blanco que era espléndido a pesar del tamaño de su ‘pamelón’.
6. Verde aturquesado, el perfecto y simplísimo vestido de la madrina, con mantilla beige.
7. Daniel Illescas, que llegó solo a la boda, y su correcto azul de ceremonia de día.
8. El chaqué perfecto marino de Pablo Castellanos, cuñado de la novia y testigo, y su corbata de pasley.
9. El chaqué correcto de Gotzon Mantuliz, amigo de los novios y testigo, y su corbata de príncipe de gales.
ERRORES
1. Que el novio tenga más volumen de melena que la novia no sé si es un error en sí pero daba miedito, a pesar de su correcto chaqué.
2. La madre de la novia pecó de excesiva informalidad, aun sabiendo de las buenas ligerezas de los looks en una ceremonia de mañana. Vamos que era un conjunto de salir de almuerzo fresco en un día soleado de otoño, no más, por mucho estilo que tenga ella, que lo tiene.
3. Por rizar el rizo y porque no me cansaré de decirlo, que una pamela sea tan gigante como la de Teresa Andrés Gonzalvo y que llegue a molestar a los comensales en una mesa puede resultar un fatídico error. ¿Por qué?
Porque las pamelas y tocados no se quitan nunca, hay que tener esto en cuenta a la hora de barajar sus dimensiones, por maravillosas que nos parezcan de estética a priori.
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