Hace 25 años, en una ceremonia casera en su residencia de Tennesse, los padres de Miley Cyrus se daban el ‘sí, quiero’ con unos looks más que imposibles. No eran de boda, ni lo pretendían. Eran de estar por casa y con gusto cero. Él con camiseta sobaquera asalmonada, vaqueros y botas de escalar. Ella con melenón desgreñado, vestido de mercadillo y botas country. Pero oye, se querían y así lo hicieron, sin más artificio que ellos mismos y sus ganas de vivir en común muchos años. Y así fue.
En homenaje a aquella unión simple y duradera en el mismo día en el que se cumplían las Bodas de Plata de sus progenitores, también en Tennesse y sin looks imposibles, Miley Cyrus y Liam Hemsworth se han casado. La ceremonia se ha celebrado en su propia casa, en un acto simple, con un puñado de invitados muy cercanos y con cero extravagancias y artificios. Algo completamente inusual en la trayectoria de la cantante.
Para ver el álbum de fotos completo, ¡haz clic en el vídeo que encabeza la noticia! Advertencia: algunos posados no tienen desperdicio.
1. La novia. Ni era súper divino el vestido, ni era feo. Ni nos chirriaba, ni nos mataba de gusto. Pero acostumbrados a los disfraces estilísticos de Cyrus, que su vestido de novia sea tradicional y sin excesos es más que un acierto.
2. Tampoco había excesos en el maquillaje, ni en la peluquería de la novia. Bien.
3. El ramo era lo único exagerado por su tamaño, pero tampoco era un error en sí mismo.
4. El novio, ese cañón australiano del cine, tenía toda su gracia en esta boda casera, con su sastre muy de ceremonia y sus zapatillas blancas impolutas. Sólo por ser como fue la boda, nos vale y hasta nos encanta en él.
En general que la novia, acostumbrada al exceso en casi toda su vida pública, decida que su boda sea un acto familiar y natural, tiene mucho de acierto.
Ahora bien, por muy casera, natural, íntima y cercana que sea una ceremonia, que algunos de los familiares estén ahí como puestos por el ayuntamiento en una manifestación popular como que no viene a cuento.
1. No al total look black del padre de la novia como de cantante carca de rock para salir de juerga.
2. No a la mamá primero en negro con vestido como de salir de farra y luego en jeans con blusa black como cuando esa farra se convierte en madrugada de ‘after’.
3. No a los hermanos del novio en plan Cocodrilo Dundee con botas y gorros de vaquero trasnochado.
4. No al gorrito de lana con orejeras, como si dentro de la casa nevase, de la hermana de la novia.
Vamos que sí, que fue una boda muy familiar y casera y eso nos parece estupendo. Pero si ella por una vez en su vida se viste de chica normal, qué menos que sus familias hagan lo propio. Vamos, digo yo.