Stephanie Marie Elisabeth Grimaldi, para nosotros Estefanía de Mónaco, la niña rebelde de ese Principado que ya no es ni la sombra de esa burbuja tan pequeña de tamaño como inmensa en glamour durante algunas décadas, cumple hoy años. Y lleva en nuestras retinas desde que era una niña.
Hoy echamos la vista atrás para formar una tarta de cumpleaños con algunos de sus míticos aciertos estilísticos, esos que marcaron tendencias durante los 90; y con un pellizco también de sus errores, esos que la hicieron derrapar en algunos eventos y celebraciones. El peor, el de su boda en corto con el guardaespaldas Ducruet.
1. Hubo un tiempo en el que todo era felicidad, inocencia, y estudiada y perfecta naturalidad. Con Gracia de Mónaco la imagen funcionaba como en los cuentos.
2. En 1982 alguien retrató a la jovencísima Estefanía con este jersey de punto, su melena Flashdance y toda su belleza, que años después, en el 88, usó para la promo de su hit ‘Irresistible’. Era divina.
3. Grabando uno de sus videoclips, allá por el año 1986, lucía esto que hoy a algunos les horripilará pero que fue uno de los looks más buscados durante años por las adolescentes de su generación en los escaparates de todo el mundo.
4. De esos inicios de los 80 recuerdo sus fotos más bonitas y espontáneas.
5. ¿Quién no guarda en la memoria feliz de antaño sus bikinis de infarto a mitad de los 80?
6. Los 90 en sus inicios fueron los suyos. Ahí explotó toda la belleza de su juventud y llegaron los amores bonitos, las fiestas, las noches divertidas y los eventos más sonados.
1. Seguro que habrá peores vestidos de novia en el mundo, pero el suyo para casarse con Daniel Ducruet en 1995 era de aullar. Y así lo sigo recordando. Fue una premonición de la catástrofe que estaba por llegar a ese matrimonio.
2. Sus peores años de imagen y estilismos tienen mucho que ver precisamente con algunas de sus parejas funestas. El nombrado Ducruet y el acróbata circense Adans Peres.
3. O ese 2001 en el que se enamoró de Franco Knie.
4. En el 2000, parte de sus trajes seguían bebiendo de unos voluptuosos 90 que ya no tenían sentido.
5. En 2015 el tiempo parecía haberse dado la vuelta. Carolina, su hermana mayor, rejuvenecía mientras que la pequeña de la familia parecía apagarse.
6. Poco quedaba de aquella frescura que nos encantaba de ella en esta instantánea de 2019 en el Día Nacional de Mónaco.
Está claro que la princesa Estefanía no cumple ese refrán de ‘mejoras con los años como el vino’. No será por belleza, que la tiene. No será por posibilidades, que las sigue teniendo a su alcance. No sé bien el motivo, pero yo prefiero quedarme con todos esos aciertos que nos siguen recordando a una niña y a una adolescente que nos tenía embobados con su frescura y sus ganas de libertad.
¡Felices 57, princesa!