Puntadas con y sin hilo de la segunda jornada de la Fashion Week Madrid
ANDRES SARDA
⬆️ CON HILO
Los 80 de Sardá se ‘muestran’ optimistas y efervescentes, como Vaquerizo
Un Vaquerizo ochentero, con jumpsuit vinílico en colores, melena cardada y chulería creíble llena la pasarela y recibe ovación.
El histórico ‘En forma con Jane Fonda’, el aerobic y los charoles ochenteros, llenan una pista más allá de un gym.
Lunares en marino y blanco, rayas, explosión de vinilos blanco, azul, verde, rojo...
Capas Cruela amarillas, botas catwoman en naranja y azulón. Sardá muta a los vídeo juegos, al tetris y al colorista Ultra pop con total optimismo.
Tejidos metalizados en jumpsuits multicolores, cuellos cisne y guiños a los ochenta televisivos y al glamour de aquella Joan Collins de Dinastía en plásticos con oro y plata, blanco y negro, mangas trompeta y faldas entubadas.
Hombreras, trompetas, más hombreras, campanas, cinturas mini, Abba, Grace Jones... Sardá y los 80 triunfan.
Vaquerizo, en oro triunfo, cierra a lo grande esta fiesta.
THE 2ND SKIN
⬆️ CON HILO
En el fondo de una exquisita polvera puede esconderse una diva ochentera
Voy a diseccionar como un estricto cirujano, preciso y objetivo, el desfile de mi amigo Antonio Burillo porque estoy en un cruce de caminos.
Abre su colección una mujer cálida y exquisita, con jerseys de cashmere de cuellos vueltos gigantes, pantalones blancos de lana y abrigos de espiga masculinos, maravillosamente femeninos, abiertos y conquistadores.
Sus faldas tricolores con esos jerseys de lana son eternas, como los buenos sueños. Ese perfume es el que yo tengo en mi memoria de Burillo, la mitad del alma de The 2nd Skin. Ese y el de las noches de estrellas en sus vestidos largos de lentejuelas oro, con fondos que saben a cacao.
Pero en ese viaje, con ese perfume de siempre, llega una diva transgresora y exagerada y saca sus patas a pasear en una disco de bola de destellos y lentejuelas bajo un neón.
De golpe, los 80 de Jones y hasta de Daina de V se instalan en el presente, y las lentejuelas esmeralda, el glitter negro, las hombreras y los canesús transparentes en cortos brilli lo inundan todo. Hasta ahí vaya.
Pero ya el tornasol verde y negro en afaroladas mangas, con medias negras y salones naranjas me supera. Y qué quieren que les diga, yo me quedo con mi Burillo sutil y elegante, el de antesdesyer, el de las lanas, las porcelanas, las sedas y las polveras. Para brilli brillis y tornasoles ya están otros.
HANNIBAL LAGUNA
⬇️ SIN HILO
Por dentro jardín de rosas, por fuera zarzal de espinas...
...madrina, tu pena es de dolorosa y nadie me la adivina...
Ay prima, saca las trompetas que ha vuelto el Laguna de las madrinas.
Largos rosas de muselina que nacen de cuerpos sueltos de cristal, lazadas de organza cuarzo, bordados de flores y cristal, faldas bombón abullonadas en rosa buganvilla y faldas amarillas, a camino entre invitadas y madrinas, conviven con los rancios largos de antaño en lavanda, melocotón y vainillas... Un tedio sólo resuelto, de muy cuando en cuando, por algún pantalón de cintura fruncida, por algunas piezas de casacas con cinturillas enlazadas como en un oro mate o por alguna simple urbanidad.
¿Por qué Hannibal no hace más calle de esta, sofisticada sin más, y menos largos de madrinas que matan por ser princesas?
Pues eso, que han vuelto sus madrinas albaricoque y yo me desmayo.
ANA LOCKING
⬇️ SIN HILO
Cuando Locking da miedo...
Habla Locking del ‘fear’, el miedo como mecanismo de defensa y la entiendo bien porque eso es lo que me ha provocado su desfile. Como cuando aprietas los gluteos cuando te tiras al vacío en un acantalido hasta que te zambulles en el mar. Si no los aprietas, mecanismo de defensa, “te haces caca vivo”. Con perdón pero lean ustedes ‘caca’ como si fuese un sinónimo de ‘fear’.
Un camino nocturno con luces rojas, como puntos de mira de un francotirador, siguen silenciosas y certeras las huellas de caminantes enlutados. Túnicas casi góticas, frunces, superposiciones, forros vistos...
Pero en plena caída, capas abullonadas, trenchs y bombers de guata interesantes, abrigos largos en berenjena más interesantes aún, cortes de biker en abrigos sólidos para ellos y muchas lentejuelas, en blazers negras para ellos, en mini toreras tuxedó para ellas. Todo esto conforma pequeñas píldoras de oxígeno en la caída al precipicio. Pero sabes que el desastre final llegará antes de impactar con el agua así que sigo con los glúteos apretados.
Cuando el arte, da igual la disciplina que sea, necesita tanta explicación y/o justificación como la nota sábana de prensa, deja de ser arte y se convierte en ‘caca’, ya saben, como ‘sinónimo’ de ‘fear’.
DEVOTA Y LOMBA
⬆️ CON HILO
Devota y Lomba me ha enseñado a admirarle
Un vestido abrigo de lana roja, con gigantes bolsillos para guardar fantasías de infancia, atraviesa un camino blanco del que pende, etéreo, un árbol de hojas amarillas que bailotean.
Así arranca un paseo exquisito de abrigos de lana inmensos, sobre pantalones palazo cálidos y encendidos. Casacas de lana rotunda en azul y rojo sobre pantalones de organza. Príncipe de Gales verde, con beige, con tabaco, en paños impecables y mangas gigantes.
El negro sólido también se torna generosamente cálido, en un crepe de lana que invita al cobijo.
Devota y Lomba crea un depurado cuento donde las cosas se agrandan y agrandan cono en el País de las Maravillas, para arropar el invierno y hasta la vida.
AGATHA RUIZ DE LA PRADA
⬆️ CON HILO
Agatha, una española patriótica, pachanguera y happy
Una bandera española cubre el tapiz íntegro, suena el himno de España y un vestido bandera con diadema-peineta de corazón abre el desfile. Público en pie y primera ovación.
Suena un pasodoble, mitos populares, castañuelas y toros, y el público sigue la música con las palmas... Pantalones de terciopelo, azulón y naranja. Bombachos verdes con blusas salmón y medias rosas, vestidos troquelados de corazones...
Turquesa, fresa, amarillo, naranja... bolsos de pompones, faldas tubo de glitter azul con blusas rosas vinílicas.
Lentejuelas oro y un mundo de color. El terciopelo inunda la colección. En trajes de chaqueta impecables.
Y suena ‘te estoy queriendo tanto que, no puedo ya vivir sin ti...’ Y es que el amor, bien lo sabe Agatha, no puede estar siempre a nuestro lado...
Vestidos rosas de lentejuelas con mangas racimo, vestidos abrigos de lentejuelas en collage rosa, azulón, oro, verde...
No olvida Agatha sus iconos... vestidos corazón, vestidos bombón, mangas farol descomunales y lazos inmensos... pero su colección se hace tan comercial y universal como optimista es su patriotismo. Bravo y brava!
DUYOS
⬆️ CON HILO
Las mujeres terrenales de Duyos viven cerca
Duyos saca al tapiz a sus clientas, a sus amigas, a su familia y hace su moda sofisticadamente terrenal.
Rosa glitter en vestidos cortos con lazada que flotan. Lentejuelas que bordan una rejilla en un damero divino, en faldas chispeantes, en vestidos bajo abrigos de pelo rojo.
De Duyos hoy me gusta todo, sus faldas transparentes, sus guantes de flecos, su pantalones vichy de talle altísimo con fingidas boleras de pluma, sus chaquetillas con bocamandas de pelo.
Pero lo que más que gusta es que sus divas, de salones negros y vestidos túnica llenos de fuerza y movimiento, esas divas de pantalones con casacas, cuarzos xl y vestidos de flecos en canutillo son naturales, vividas y libres, como sus patrones oversize y su poderío femenino.