Gemma Ruiz: "No me gusta que la gente tenga una imagen de mí de pobrecita"
Enamorada del amor y de la vida y marinera por verano, así llega esta cordobesa a nuestra cita en Rosales20. Un lugar en el que Gemma ha reído y llorado tantas veces. En el cuero de sus butacas inglesas están grabados muchos de sus secretos de amor.
Que bien verte Nacho.
Has empezado tú directamente…
Sí. (Risas).
¿Que bien por qué?
Porque me gusta estar con los amigos. Me gusta encontrarme con la gente en este sitio que es tan especial.
¿Por qué me citas aquí?
Rosales20. Este sitio para mí ha sido un lugar donde he llorado, he reído, me ha pasado casi de todo. Está cerca de casa.
Es como un consultorio sentimental…
Total y absolutamente. Mis amigos ya son reincidentes, me dicen, nos vamos a tu sitio. Es un lugar agradable y me trae gratos recuerdos.
¿Por qué has llorado aquí?
Porque yo soy muy llorona, porque soy muy sentimental. Soy tremendamente llorona. El tiempo te hace más fuerte y menos señorita.
¿Qué te hace llorar?
Mis hijos de felicidad. Me hace llorar que mi chico me diga vamos al campo acoger setas (risas), me hace llorar ver feliz a una amiga. Gracias a Dios ya pocas cosas me hacen sufrir como para tener que llorar. Las afronto.
¿Los cascos
Hace mucho tiempo que no. Me caí de pequeña de un caballo y ya lo tengo complicado. Me gustan los cascos de los caballos pero en la distancia.
La prensa te sigue observando por tus relaciones sentimentales. ¿Qué tal con tu chico? Estás enamorada…
Estoy totalmente enamorada. Eso de decir, he encontrado al hombre de mi vida ya es poco. He encontrado a la persona de mi vida. Me da cariño, me da felicidad, me hace reír, me deja ser yo. Eso es muy importante.
¿Antes no te dejaban ser tú?
Hombre era yo, pero es verdad que he tenido relaciones donde me han absorbido mucho, quizá porque me entrego demasiado. Nunca había encontrado esa relación donde cada uno respeta el sitio de cada uno.
¿Hay rencor al pasado?
Ninguno, en absoluto. Para mí la vida es una experiencia. Ahora sé lo que quiero, pero sobre todo sé lo que no quiero.
Cuéntame qué quieres y qué no quieres…
Mi pasado está ahí pero no me afecta, no me perjudica. Saco lo positivo de todo en la vida. Yo quiero ser feliz, es lo mejor de esta vida, lo que llena a las personas, la felicidad. Feliz en tu trabajo, con tus hijos, con tus amigos, con lo que te rodea. Tengo amigos que no me han fallado nunca. Disfrutar de las cosas más pequeñas, lo que me hace sonreír con las amigas aquí en Rosales. Disfruto con pequeñas cosas. Sé lo que quiero. Y quiero tener más hijos.
¿Estás en ello?
Estoy preparada, (risas). Hay personas que tienen predisposición para ser madres y yo aunque ya lo soy estoy predispuesta pero hay que hacer las cosas bien. No quiero correr. Estoy en un momento de plenitud y estabilidad.
Y qué no quieres…
No quiero gente negativa a mi lado.
Has dicho que no tienes rencor al pasado pero lo nombras todo el rato. ¿Hay alguna sombra que no te gusta?
Hay una sombra que no me gusta porque la gente tiene una imagen de mí de pobrecita, lo que le pasó… Y lo que me pasó a mí le pasa a muchísima gente en la vida. No me gusta ser el centro de atención en los debates de un divorcio. No me gusta ese pasado pero nada más que por eso. Viví una etapa maravillosa, hice las cosas porque estaba enamorada y siempre saco las cosas positivas. Tengo la suerte de haber estado en sitios que jamás hubieses imaginado y he conocido a gente muy interesante y a grandes amigos. Por eso no reflexiono del pasado. Soy como cualquier otra madre que se divorcia y saca a sus hijos adelante en la vida.
Qué dicen tus hijos…
Mis hijos son lo mejor. Son unos cañones. Pues mis hijos se llevan genial con Juan, Están involucrados en todo lo que hago. Yo llevo mis dos mochilas que ya me llegan por aquí (se señala los hombros), comparto con ellos todo, tenemos muchísima confianza, siempre dentro de ser madre porque intento ser madre.
¿Eres una madre rígida?
Sí soy dura, intento ser recta pero tengo con ellos muchísima confianza y luego soy muy cariñosa. Estoy bastante encima. Soy rígida pero divertida. Luego los amigos de mis hijos dicen que tienen una madre muy divertida.
Eso de vaya madre más moderna tienes…
Sí. (Risas), y luego soy más antigua… Y bastante tímida. Si entro en un restaurante y no te saludo es porque ni miro, voy como si me hubiesen puesto como a los caballos, sólo miro de frente hasta mi sitio. Soy vergonzosa y me cuesta mucho desde pequeña hacer cosas. Mi madre era la que me provocaba para que me superase. Gracias a Dios la gente conmigo es muy cariñosa.
Tú que casi has sido vicepresidenta, ¿cómo ves la situación actual?
De pena, de pena. Me da pena que a la gente le falte de dar de comer a sus hijos, esto ya es una situación muy gorda.
¿Te gusta la política?
Me encanta, pero nunca me lo han propuesto.
¿Si te lo propusiesen lo harías?
Pues quizás lo haría, me lo pensaría. Me gusta mucho, desde pequeña estoy en Nuevas Generaciones, desde los alevines de Fraga. Me gusta mucho la política. Me atraen la situaciones sociales de la vida. Tenemos un país que tiene de todo y que no necesitaríamos de nadie, lo que hace falta es una buena gestión.
¿A qué te dedicas en este momento?
Trabajo en Hola con la familia Sánchez Junco.
Lo sé pero ¿qué haces?
Hago de todo. Es una gran familia donde hacemos de todo.
¿Te gusta más la política que la televisión?
Más la política.
Dices que eres tímida pero has hecho política y televisión… ¿Cómo es posible?
Porque me pongo retos en la vida y los afronto. Sin pisar a nadie. No soy fría pero me lo propongo. Sin hacer daño a nadie.
En la política y en la televisión muchas veces se hace daño aunque no sea un propósito…
Muchísimo. La televisión me gusta, el directo es lo más, te oculta esa parte de timidez.
Antes has dicho que no cortásemos estos, que te gustaban los directos, y aquí hacemos todo del tirón…
Por eso no estoy tímida porque es como un directo, y porque estoy muy a gusto contigo, el papel que tú haces es fundamental.
¿Me estás haciendo la pelota? (Risas)
Tómatelo como quieras. No soy de hacer la pelota porque se me nota. Por eso no me ha ido tan bien en la vida. (Risa). Pero es cierto, cuando te entrevista alguien que no te va…
Hay que dejar que las cosas vayan solas por su cauce para que una entrevista tenga sentido
Y cuando no tienen nada que esconder en esta vida ni miedo a que te pregunten cualquier cosa Nacho es más fácil poder responder a todo. No van a encontrar nada en mí. Yo nunca he ido de víctima.
Nunca te he visto así, pero sí como una superviviente…
Eso sí. Si he tenido que bailar he bailado, he hecho lo que he tenido que hacer y volvería a hacer lo que hiciese falta. Tengo dos hijos y una vida y lo que tenga que hacer se hace.
¿Qué tienes en mente?
Algo haré. ¿De aquí a un rato?
Hija de aquí a un rato comer…
Es que Nacho yo ya no tengo en mente el futuro. Sé lo que hago hoy, quizá mañana, pero ya pasado...
¿Vacaciones?
Con Juan y con niños. Family total, a la playa. Hijos y amigos de verano de mis hijos de toda la vida. Me apetece mucho.
¿Guardas amigos de tu etapa... anterior?
Muchos. Y eso que en esta vida hay gente hipócrita e interesada, de los que te hacen la pelota y luego te dan la espalda.
¿Has tenido gente que te ha hecho la pelota y luego te ha dado la espalda?
Sí, y quién no. Pero yo he sabido hacerme la tonta, me lo hago muy bien.
¿En serio?
Hacerse un poco la tonta es bueno para no sufrir demasiado, pero gracias a Dios me han quedado grandes personas y grandes amigos.
¿Hacerse la tonta sin serlo es de listas?
No me considero lista. Espabilada. (Risas). Soy muy rápida pero me hago la tonta cuando quiero y sé controlarme y atarme.
¿Te mides?
Me mido muy bien. Soy Leo. Somos fieles a morir. La lealtad es la virtud más grande que tengo. Y espero que sea recíproco.
Leía estos días en la prensa algo de una nueva infidelidad de Alberto de Mónaco
Tiene mucho recorrido. Coincidí una vez con él y me apreció muy educado y muy de nuestros días, muy…
¿Campechano?
Sí.
¿Tú eres campechana?
Eso deberías preguntárselo a quien me conoce pero creo que sigo siendo igual. He notado que algunos han cambiado con respecto a mí pero yo sigo siendo la misma. Tengo los pies en el suelo. Nada en la vida es para siempre, casi todo es temporal.
Cosas que te faltan por hacer…
Muchísimas. De ilusiones y sueños se vive.
Una ilusión…
Volver a ser madre.
Pues ponte a la labor que el tiempo pasa…
Pero con tranquilidad. Me podría casar por la Iglesia, que no me he casado por la Iglesia.
¿Y te gustaría estar publicada en la empresa en la que trabajas?
Es que es la familia con la que trabajo. Son mis amigos, los adoro. Pero nunca he vendido nada.
Cada uno vende lo que quiere eh…
Ya. Lo que sí te digo es que si me caso te diría de repente, oye Nacho prepara el traje. Sé el vestido que me gustaría para mí…
Tú estás en puertas hija, si sabes hasta el vestido…
(Carcajada). No. No tienes exclusiva. (Risas). Lo importante es casarte como quieres.
Compartimos una amiga muy loca, Nuria Cobo, con lo cuerdos que somos nosotros…
Porque es adorable esa amiga común. Yo con ella he reído, he llorado, hemos hecho verdaderas locuras. Es una suerte poder tenerlo y contarlo.
¿Si la Duquesa de Alba se casa públicamente te gustaría ir?
No tengo relación con ellos pero si me invitasen iría, me parece un acontecimiento.
Qué hay de divino en tu vida…
Mis hijos. Y cuasi divino mi chico.
No puedes estar más enamorada
Porque he tenido lo que no he tenido nunca. Y me parecen divinas las pequeñas cosas, como esa cervecita que nos vamos a tomar ahora con nuestra amiga aquí.
Con nuestra amiga loca…
Esos momentos son los divinos, los que compartimos. Y recordar eso que nos gusta y que tenemos que hacer todos los días.
Eres altamente enamoradiza, con lo bueno y con lo malo, para amores y para amigos, aún a riesgo de tropezar…
Hay un dicho que dice que si no hay riesgo no hay emoción
Eres mujer de riesgos…
Medidos. Ahora ya de emociones y riesgos, como esto que estoy haciendo contigo que estoy encantada.
Placer compartido, espero que tengas muchos riesgos controlados y muchas emociones. No me avises con dos días para preparar el traje eh…
Tú estate preparado. (Risas).
Y compartimos la cerveza posterior, las patatas, las aceitunas y las miradas. Cuando me voy dejo a Gemma con su traje largo de rayas marineras embarcada en el océano relajante del Paseo del pintor Rosales. Madrid huele a verano.