A simple vista, sin tener que detenernos mucho en todos los detalles de la imagen que proyecta la recién electa presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, cualquiera podría concluir que sus looks y su aspecto general están muy lejos de su edad y de su talla.
¿Por qué Ayuso se empeña a veces en parecer su abuela? ¿Por qué multiplica ópticamente su talla cuando usa una estándar? ¿No hay nadie que le aconseje qué es lo mejor para cada situación?
A menudo los políticos de nuestro país no se detienen ni un segundo en explorar la imagen que trasladan a sus votantes. Y esto, aunque les parezca una banalidad, es fundamental para que otros confíen en ellos. Lo que nos envuelve, más allá de las tendencias y de las modas, es lo primero que mostramos de nuestra personalidad y lo que nos define en los momentos claves. En un representante público es gran parte de su pasaporte al éxito o al fracaso.
Estos son mis siete ‘tips’ para convertir a Ayuso en una mujer mucho más ‘fresh’ de lo que aparenta.
1. El rojo es uno de sus colores, lo tengo claro. Y combinarlo con negros sólidos o con blancos, le favorece cantidad. Pero ojo con los momentos en los que se usan.
2. El calzado es uno de sus talones de Aquiles, nunca mejor dicho. Pocas veces me ha gustado verla por los pies. Si le da por algo abusa hasta el exceso como con estas botas que no se quita hace semanas. Este look, que tenía buenos puntos inicialmente, se emborrona en cuanto analizamos sus pisadas.
3. Tiene una buena base Ayuso para explotar una naturalidad de rostro que le granjearía muchos más adictos. Pero ojo con esos límites, porque lo natural puede pasar a la dejadez en pocos segundos. Y ella no tiene nada controlado su cabello, ni su ‘beauty’.
4. Suele estropear unos looks que podrían ser a priori su mejor baza, como este de falda capa roja y blusa blanca que usó en 2019 en el desfile del Día de la Hispanidad, echándose años de golpe por una mala elección de sus talles, sus complementos y sus peinados.
5. Los complementos son otros de sus deslices habituales. Y no porque los elija mal, como en este look de vestido camisero con cinturón y cazadora de cuero, sino en sus extrañas combinaciones. Esto sólo le puede sentar bien a una ‘top model’. A veces conocerse bien y observarse con objetividad simplifica las cosas.
6. La osadía también juega en su contra. Hay que ser muy elegante para saltarse normas tan básicas como no ir de rojo a un acto in memoriam, un funeral, o un duelo. Esto es de primero de manual de imagen. Y si uno no lo controla, es perfecto contratar a otros para que te aconsejen.
7. No siempre maneja bien sus volúmenes y a menudo parece mucho más grande de lo que es. Esto es un error de principiante también. Debería controlar mejor la altura de sus talles y esas prendas que si multiplican ópticamente nuestra talla es que hemos fallado en la elección.