Este 31 de agosto hará 25 años de la muerte de la princesa de Gales, Diana Frances Spencer, Lady Di para la historia. Han pasado muchos desde aquel fatídico 31 de agosto de 1997 pero el mundo no la ha olvidado.
Diana fue, gracias a su humanidad, a su activismo en infinidad de causas y a sus sonrisas eternas, un icono mundial del estilo y de la empatía. Adorada en todo el planeta, cobijada en sus peores momentos por el mundo de la moda y de las artes, la princesa nos dejó en la retina de la historia looks tan rompedores y duraderos como estos con los que hoy volvemos a recordarla tal y como fue.
1. Su vestido de novia seguramente fue su look más adorado y criticado a partes iguales. Hoy nos parecería impensable un ‘vestido tarta’ como aquel pero ese diseño pomposo y de cola kilométrica, ideado por David y Elizabeth Emanuel en 1981, consiguió cambiar la moda nupcial de los 80 de un plumazo. Barroco y romántico hasta el exceso, pero ahí sigue 40 años después dando que hablar.
2. En el lado opuesto a la romántica virginidad de aquel vestido de novia está este corto negro, al que muchos calificaron como una venganza para demostrar al mundo que ella siempre sería la princesa poderosa que fue. Se lo puso en la fiesta de la Serpentine Gallery después de que Carlos de Inglaterra confesara que había sido infiel a su mujer. Diana apareció en público así de radiante, con esta icónica pieza de minifalda y hombros desnudos de Cristina Stambolian.
3. En 1989 Diana nos dejó para la historia este look tan noventero como los recuerdos del Elvis más ‘glam’. Blanco nuclear, perlas y chaqueta de cuello subido. Lo firmaba Catherine Walker, y con él la princesa deslumbró en los British Fashion Awards de ese año.
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4. Su vestido de terciopelo azul como pareja de baile de John Travolta en la Casa Blanca americana dio la vuelta al mundo en 1985. Lo firmó para la posteridad Victor Edelstein.
5. Este vestido de noche, negro de lentejuelas, es otro de esos iconos de su vestidor de fiesta. Lo estrenó en 1994 en una función benéfica en Versalles en uno de sus viajes oficiales a Francia.
6. Los creadores de Pretty Woman debieron copiar este conjunto Ascott de la princesa para llevar a las carreras de caballos a Julia Roberts reconvertida en señorita fina.
7. Rojo y morado. Diana era una visionaria en multitud de aspectos. Así era este tres piezas que llevó en su visita al Taj Mahal, en solitario, a pesar de estar de gira en India con el príncipe Carlos. Fue tan sonada su soledad como la mezcla de sus colores.
8. Plisado y metalizado, de Bruce Oldfield. Así marcó tendencia para el futuro en marzo de 1995 en el Fashion Show del Grosvenor House Hotel en Londres. Años antes lo había hecho con este vestido azul del mismo diseñador en un viaje oficial a Australia. Era el año 1983 y ella impuso los fajines metalizados.
9. Su abrigo rojo y su melena ahuecada, oda a la laca, fueron la sensación al abandonar el hospital con Harry recién nacido.
10. El blanco era su color estrella, el que más definía su pureza y candidez ante el mundo. Y el que usaba magistralmente en muchas de sus causas benéficas.
11. Sus perlas, sus tocados, sus sombreros y los colores pasteles, seguirán siendo siempre su identidad más natural en los looks de día.
12. Su sonrisa, sus peinados ochenteros llenos de volumen y fuerza, sus camisas con lazadas y sus blazer nos harán recordarla siempre como un punto de luz en mitad de todas las batallas.
¡Felicidades, princesa Diana!