El quirófano de la reina Letizia es un cajón de secretos. Más por el buen resultado en general de todas sus intervenciones que por saber lo que se ha hecho o no, porque a nadie le resulta ya ajeno el cambio integral de su rostro en los últimos 15 años.
Desde aquella Letizia que recordamos en la ‘puesta de largo social’ para anunciar el compromiso con el príncipe Felipe, con su traje de chaqueta blanco, o incluso de aquella novia vestida de Pertegaz con aquel desafortunado y pesadísimo modelo casi medieval, hasta la Letizia de hoy… no cabe duda de que la reina es otra persona completamente distinta.
Muchos son los que han alzado todos estos años las voces críticas. Que si la reina está irreconocible, que si su rostro podría ser el de otra mujer completamente distinta a la que era, que si qué necesidad tenía de cambiar de esta manera tan abismal…
Más allá de si tienen razón o no, lo que analizamos hoy es el buen resultado de esos cambios. Que la reina está mucho más guapa y sofisticada que antes es un hecho tan claro que sobra hasta cuestionarlo. ¿Y no es precisamente el de mejorar el sentido real de la cirugía estética?
En cualquier caso, todo tiene sus pros y sus contras, como todo en la vida. Así que, ¿dónde están los aciertos de sus intervenciones? ¿En qué falló?
Rinoplastia
Fue la primera intervención de la reina para reducir el tamaño de su nariz, antes mucho más prominente y aguileña. Y sin duda ha sido el mayor de todos sus aciertos de cirugía estética.
Mentoplastia
Es una de los misterios de quirófano de la reina porque nunca se ha reconocido de manera oficial, pero todos los expertos apuntan claramente a esta intervención para suavizar la dureza y prominencia de su barbilla.
Alzamiento de busto
Tampoco se ha confirmado nunca, aunque los expertos detectan más que un aumento de pecho un alzamiento del busto. Pero de una manera tan sutil y natural que se convertiría en otros de sus aciertos plásticos.
Ácido hialurónico
Es mucho más natural (de imagen) que el bótox, porque rellena las arrugas y deja en la piel ese aspecto jugoso que es el culpable de que la cara de la reina tenga un toque ‘fresh’ de juventud.
Bichectomía
Infinidad de personas deciden quitarse las bolas de Bichat, esas bolitas de grasa situadas en la cara interna de las mejillas, para afilar el rostro. El cambio aquí tampoco es desmesurado así que no es un error, aunque no sea un súper acierto.
Tratamiento con Bótox
Es lo más simple de todas las intervenciones del mundo de la cirugía estética, pero a menudo convierte a las personas que se lo realizan en figuras de cera. En la reina no ha sido un error drástico, porque está englobado en un conjunto armónico y muy bien realizado. Pero es cierto que la naturalidad de su rictus se ha perdido y a veces el dejarse en el quirófano la expresión más humana es un error a considerar en el futuro de algunas intervenciones y/o tratamientos.
En general a mí el que alguien deje de ser quien era por las operaciones que se realice me parece de por sí un error. Pero si miramos el conjunto debemos reconocer la buena medida y naturalidad con la que la reina se ha remodelado el rostro por completo. Y eso, tiene su mérito.
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