Hace unos meses, su amigo Piqué hablaba así de él tras su primera victoria en MotoGPel del Barça había invitado al Camp Nou al actual campeón del Mundo junto a su hermano Álex. Marc se había convertido en el piloto más joven de la historia en ganar en la categoría reina y lo había hecho, como ha seguido después hasta ser campeón, sonriente, flanqueado por su familia y con los calzoncillos rojos que usa en las carreras. Pero, ¿cómo es el de Lleida fuera de los circuitos?
Un chaval sencillo, educado y que nunca parece preocupado. Así definen a Marc (17 de febrero de 1993, Cervera, Lleida) los que le conocen bien. Los mecánicos de su equipo añadirían el adjetivo 'bromista', ya que tiene fama en el paddock de 'incordiarles' mientras trabajan. El buen ambiente es primordial cuando se pasan tantas horas juntos, lo ha dicho muchas veces.
Por entre el taller y la caravana suelen estar también Roser y Julia, sus padres, que han aprendido a sobrellevar los nervios a lo largo de estos años de competiciones, en los que Marc ha ido pulverizando récords de precocidad: les pidió una moto de gasolina a los Reyes Magos con cuatro años, con 15 se subió a su primer pódium, con 17 fue campeón de 125 cc, subcampeón de 250 cc al año siguiente, ganó lo ganable antes que casi nadie y ahora... esta primera victoria en GP, el circuito de los mayores, al poco de debutar.
Su madre le compró en una ocasión unos calzoncillos azules para los entrenamientos y otros rojos para la carrera. Ganó y la anécdota acabó convirtiéndose en superstición.
Su mano derecha es su hermano menor, Álex, que mide siete centímetros más que él y también es piloto de motos.
Con él sale a montar en bici, esquiar, hacer pilates… y juntos van a los partidos del Barça al que los invita Piqué.
No tiene novia. Es más, suele ponerse muy serio cuando se lo preguntan, que es a menudo. Facebook va sin embargo a otro ritmo y no paran de surgirle pretendientas: existe hasta una páginas titulada 'Yo también quiero ser la novia de Marc Márquez'.
Lo que sí se ha permitido es declarar su amor por… su moto. Nunca está de más un poco de poesía. "Mi novia de siempre, sí, es la moto. Más de un beso le he dado a ella. No la susurro como a los caballos, pero la tienes un aprecio especial, la mimas. No es una máquina, como dicen otros pilotos. Es tu compañera de viaje, vas encima de ella todos los días. Novia de verdad no tengo. Nunca he tenido. Lo más importante ahora es el motociclismo. Y no entiendo a los que van con su novia al 'paddock'. Al box vas a trabajar", declaró a Abc.
No le gusta leer.
Tampoco está loco por la música, como otros pilotos del circuito, que usan los cascos para concentrarse a todo volumen. "La escucho en la radio y ya está", ha dicho en alguna entrevista.
El cine sí, aunque sin complicaciones. Las de 'Transporter' se las ha "tragado" todas y 'Un canguro superduro' la ha visto "bastantes" veces.
Su pasión se concentra en jugar al Scalextric y los deportes de dos ruedas, del supermotard al enduro (un híbrido entre el Trial y el motocross).
Tampoco le hace ascos a la videoconsola, sobre todo en los tiempos muertos entre entrenamientos: "Además, me ayudan a memorizar circuitos", ha confesado. Lo que le costó memorizar fue el manual del carnet de conducir, que se sacó depués de ser campeón del mundo de motos.
Con el primer dinero que ganó compitiendo se compró unas pegatinas para la moto.
Desde 2004, su manager/representante es Emilio Alzamora. Marc apenas tenía 12 años y ya despuntaba maneras, pero necesitaba un hombre con experiencia que supiese manejarse en el contexto internacional. "Nos conocemos a la perfección. Tenemos una gran confianza mutua y sabe en todo momento lo que necesito. Sin él todo sería mucho más difícil".
Le encantan los dulces.
Sus ídolos son Rossi y Pedrosa, compañeros de circuito por fin esta temporada: "Con Dani se identifiqué desde crío porque los somos bajitos".
¿Su sueño? "Ganar a Rossi en la última curva".