Guerreros, nombres de hijos, letras árabes... Así son los tatus tópicos de los futbolistas
Repasamos los dibujos más repetidos en la piel de los deportistas
Ellos no lo saben, pero los tatus de los futbolistas tienen algo de eternamente predecible. Si en los noventa los ideogramas chinos fueron un hit (que se lo digan a Luis Enrique), en el nuevo milenio la 'originalidad' va por otros barrios. En sus hombros suelen aparecer guerreros (Totti o Thiago), en los antebrazos letras árabes, élficas o sánscritas (Torres y Agüero) y, casi en cualquier sitio, los nombres de sus seres especiales (Beckham, Torres y Valdés). Los retratos de las mamá (Álves) y los motivos religiosos también se repiten, aunque tienen algo de mustio ya. Repasamos algunos tópicos en la piel de varios clásicos. Nota: Guti tiene todos los 'must' y hasta extras según sus novias.
El hombre es un ser social. Esta máxima antropológica se infla si la colocamos junto a un tatuaje, que no es otra cosa al fin y al cabo que un dibujo que proyecta, en el mejor de los casos, el carácter y el momento vital del tatuado. Eso sí, todos los que coinciden en tatuarse algo parecido suelen señalar también que el suyo, sobre todo el suyo, tiene algo de "especial e intransferible". Dicho esto, otra oviedad, vayamos al lío. Y por grupos, además.
Los guerreros, esos seres a los que se presupone valor, épica y entereza en la batalla, se repiten en la piel de futbolistas de medio mundo. Eso sí, entre los equipos de este y el otro lado del Atlántico podríamos hacer una historia comparada de los luchadores de todos los tiempos y culturas, con complementos y armas incluidos: Víctor Valdés, el portero del Barça, tiene una cabeza con armadura que podría ser de la Edad Media, su compañero Thiago prefiere la sutileza con catana de los ninjas y Totti optó por un troyano en pose desafiante.
Ibra, en lugar de tatuarse directamente el guerrero, prefirió imitar los tribales de los aguerridos polinesios, aunque no sabemos si es un mensaje de guerra tahitiano, samoano, hawaiano o maorí. Su dragón rojo merece una categoría aparte, que podríamos englobar otra subcategoría de animales fieros junto con el escorpión que Valdés luce en el antebrazo izquierdo.
El nombre los hijos con tipografías epatantes es otro 'tópico-original'. Torres tiene a Olalla, la madre, y el de sus dos hijos, Nora y Leo. También su propio nombre en élfico. Agüero también se ha unido a los alfabetos exóticos, mientras que Valdés se escribió hasta la fecha concreta del nacimiento de su Dylan, estupendo para que el cumple no se olvide entre entrenamientos y finales. Beckham tiene el de sus cuatro querubines, si bien su arte es tan extenso que tiene para repartir en casi cualquier categoría que hagamos.
El tatuador inglés Louis Malloy es el artista de confiando de los Beckham, que le ha hecho en el hombro los angelotes junto a la virgen María (que simboliza alegóricamente cómo quiere que le cuiden sus hijos cuando él se vaya haciendo mayor), las diferentes frases que tiene escritas en diferentes abecedarios (la romana y luchadora "dejad que odien mientras teman" es una de ellas). Ibra, el ex delantero del Barça que suena como próximo hombre del Madrid, es otro de refranes: “solo Dios puede juzgarme”.
Ramos es un mega aficionado a las tipografías exóticas, aunque rodeadas de misterio. En su brazo izquierdo lleva escrito ‘nunca me olvidaré de ti’ justo debajo tiene las iniciales ‘JM VII P’, iniciales de sus padres y el número 7 en romano; en su dedo corazón izquierdo tiene las iniciales de su hermano, su hermana y la suya (MSR), en ambos bíceps tiene refranes enigmáticos tipo (‘mentiras en la memoria de esos vivos’).
Otro que es muy de ir añadiendo hazañas e inflexiones vitales es nuestro Guti. El jugador, hace unos meses conocido como novio de Noelia López y ahora como futuro esposo de Romina Belusccio (aunque han pospuesto el enlace), no dejó pasar la oportunidad de retratar el cambio de tercio tatuándose una estrella sobre el anterior nombre de ‘Noe’ y un corazón con dos iniciales (RB) cerca de la clavícula. En medio de todo ellos, decenas de iconos y dibujos en ambos brazos. El último hit de Guti también tira de idea 'super pionera': compartir tatu con un ser especial. Por Twitter (como suele) mostró las huellas de su perrita Bella en al abdomen, igual que el que lucía… ¡la propia Romina!