Michelle se pone en plan 'superstar'
La chica de Barack está dando un giro hacia lo celebrity. Los últimos acontecimientos subrayan cada vez más el 'deje Hollywood' que todo político estadounidense lleva dentro. La última es que acaba de repetir portada de Vogue, esta vez fotografiada por Annie Leibovitz (la retratista de los famosos) con elegantísimos vestidos de gala por los pasillos de la Casa Blanca. Pero solo es la guinda: ha entregado un Oscar, salta a la comba contra la obesidad infantil en 'prime time' y todo lo que se pone se agota al día siguiente. Repasamos su transición 'celeb'.
Portada de revistas de moda
No hay actriz o modelo con un mínimo de galones que no haya protagonizado: A.) una sesión de fotos con la mítica Annie Leibovitz B.) la portada de Vogue. Ambos factores son un termómetro de popularidad indirecto y Michelle ha hecho doblete. La revista, que saldrá el próximo 26 de marzo, ha vuelto a tomar la temperatura a Michelle tras la segunda victoria en las urnas. Esta vez con flequillo y vestido azul. Dentro, varias páginas con diseños de gala por los pasillos que rodean el Despacho Oval.
Entregó por primera vez un Oscar
La apertura del sobre a la mejor película del año se convierte en el minuto de oro de los Oscar. En esta edición, Michelle entregó la estatuilla por primera vez en la historia de las primeras damas. Desde su hogar, a través de una pantalla, dijo 'Argo' con un vestido plateado de Naeem Khan, un diseñador nacido en India y crecido en Estados Unidos.
Entregadísima a su causa solidaria fetiche
Toda celebrity que se precie tiene una causa solidaria o una fundación que compense tanta alfombra roja. Michelle ha emprendido una cruzada contra la obesidad infantil y no le importa saltar a la comba, crear coreografías para que las madres bailen con sus hijos y así quemen hidratos, hacer girar el hula hoop en los jardines del presidente o dar conferencias en supermercados casi sepultada por kilos de fruta y verdura.
Estrella en el 'prime time'
Cada una se esas sesiones quema grasas han sido repetidas en 'prime time'. Michelle ha recorrido los principales platós estatales para dar a cada showman o show woman una dosis de gesto exclusivo. Con Ellen DeGeneres bailó y se tiró al suelo para hacer un duelo de flexiones, a David Letterman le dio de comer pastelitos sanos... Un no parar.
Repercusión hasta el infinito las redes sociales
El pasado noviembre, los Obama batieron un nuevo récord. Una foto con aire melancólico e íntimo de un abrazo entre ellos con la leyenda ‘cuatro años más’ recorrió el planeta en minutos. Casi 3 millones de 'me gusta' en Facebook y unos 630.000 retuits (record de Twitter) tuvieron la culpa. Lejos queda (por difícil de creer que sea) la repercusión internetera de Madonna, Gaga o Justin Bieber, por citar tres de los más activos.
Imagen de marca y merchandising
El apoyo de la primera dama a su marido se materializa, mediáticamente, con varios gestos de lenguaje no verbal. Beso en labios o mejilla, baile agarrados, sonrisas cómplices… pero ningúno como el sentido abrazo del punto anterior. Michelle y su equipo han salido hacer de esa coyuntura espontánea y positiva una clave identitaria y las fotos de ellos dos abrazados ya son un icono. Tanto, se venden imanes de nevera de edición limitada y otros merchandising del momento.
El 'efecto Michelle' en la moda
Está el 'Kate Effect', por Middleton. También el 'Pippa Effect', por su hermana. Incluso el de 'Kate Moss' o 'Victoria Beckham'. Lo que Michelle se pone causa un tsunami mundial a las pocas horas y se agota al día siguiente. No en vano, se estima que su talento de ‘trendsetter’ aporta a la industria varios millones de dólares al año. Ella es consciente y envía un mensaje ideológico claro: solo diseñadores americanos o latinos (Narciso Rodríguez, Tracy Reese, Michael Kors, Jason Wu, Isabel Toledo…) y un mix de marcas asequibles (Gap, Asos, Zara, H&M o J. Crew).
Extra: nadie es celebrity de verdad si no se conoce el nombre de su perro
¿Tiene perro la familia Obama? Si sabes contestarlo sin dudarlo en exceso, no hay marcha atrás: Michelle tiene ya el galón de auténtica 'celeb'. Ella lo celebra a cada poco subiendo fotos de Bo a sus redes. Bo con un gorro de cumple, Bo en la Casa Blanca nevda, Bo con los suyos en el sofá... Es un perro de aguas portugués, una raza de la Península Ibérica. Llegó a los Obama después de que el padre de Sasha y Malia se lo prometiese si ganaba las primeras elecciones. Le eligieron sobre todo porque apenas suelta pelo, algo que le viene fenomenal a la alergia de la hija mayor. Tiembla, Paulina.