“Soy un perdedor ¿por qué no me matas?”. Un músico cuyo principal éxito tiene este estribillo predispone a encontrarse a un artista autodestructivo con tendencia a protagonizar titulares. Pero no. Beck tiene ya 44 años, dos hijos con la misma mujer, una sólida carrera de 20 años a su espalda y solo alguna extravagancia como pertenecer a la iglesia de la cienciología igual que Tom Cruise y John Travolta.
Es inclasificable y en un mismo disco puede ir del folk al hip hop pasando por temazos rockeros y country. Sigue teniendo ese aspecto aniñado de imitador de Dylan y viene al Dcode. Un álbum un poco melancólico que probablemente no sea lo que más agite al público de Cantarranas el sábado a partir de las 22.25, hora en la que está prevista su actuación. Pero si algo le sobra a Beck es un repertorio variado, así que seguro que logrará tener a los asistentes entregados.
Beck Hansen nació en Los Ángeles y se quedó con el apellido de su madre cuando sus padres se divorciaron. Procede de una familia de artistas –su madre había colaborado con The Velvet Underground, un grupo que él adoraba- pero insiste en que no había nada glamuroso en su infancia. Más bien lo contrario. Vivió en un entorno de escasez económica y asegura que dejó el colegio porque no soportaba más vivir en una casa con una sola habitación que compartían seis personas. Se fue a Nueva York con su música pero tuvo que volver a Los Ángeles y aunque allí siguió probando suerte tocando de local en local parecía cumplir perfectamente el perfil de 'Loser'. Pero un día en el salón de un amigo compuso esto y su vida cambió.
El productor de un sello indie lo publicó y 'Loser' se convirtió en un gran éxito. Las discográficas se peleaban por Beck y a pesar de que él eligió la que menos dinero pero más libertad creativa le daba, hubo fans radicales que decidieron que ya no molaba -Abandonar pública y ostentosamente a un artista cuando se convierte en mainstream es una tendencia muy habitual en el mundo indie- Pero la mayoría de sus seguidores le perdonaron el éxito y ahí lo tenemos, encabezando un festival independiente 20 años después.
Su mujer también pertenece a la iglesia de la cienciología y tienen dos hijos llamados Cosimo y Tuesday (Es raro que los artistas tengan hijos con nombres comunes como Mary o Joe)
Parece tener una cierta predilección por las películas de vampiros y se animó a poner música al éxito adolescente 'Crepúsculo' y a la serie chupasangre por excelencia, 'True Blood'. Pero también formó parte de la banda sonora de la maravillosa 'Moulin Rouge' y lo hizo con la versión de un clásico de David Bowie, 'Diamond Dogs'. No es el único nombre brillante al que se ha asociado. Beck ha trabajado con Jack White con quien comparte la pasión por investigar, innovar y probar distintos estilos musicales. Publicó algunos temas con Third Man Records, la discográfica de White, y en 2012 hizo felices a los amantes de lo vintage con 'Song Reader', un libro de partituras. La idea de Beck era que esos documentos estuvieran al alcance de cualquiera para que los interpretara a su manera. Lo que no previó es que dos años después, artistas tan variados como Norah Jones, Jeff Tweedy o Juanes iban a interpretar aquellos temas y a convertir 'Song Reader' en un disco.
Beck es un compositor de esos a los que merece la pena escuchar atentamente. Su interés por las letras es muy superior a la media y lo dejaba claro desde muy joven en Rolling Stone : “Si pones las palabras equivocadas, arruinarás la melodía”.
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