Hoy ha tocado sesión de tele en casa. Y me he dejado llevar por mi lado más friki-total. Pero he salido fortalecido: Soy mejor comunicador y he revalidado mi fe ciega en el amor.
Primero he decidido crecer como periodista y comunicador aprendiendo de la mejor: Ella. Para ello he repasado algunos de los vídeos de la faceta periodística de doña Letizia. He aprendido de su perfecta dicción como presentadora de continuidad de ‘Informe Semanal’, todo un clásico del periodismo español.
Luego me he empapado de la labor reporteril de Letizia de España: Conexiones desde Muxía cuando la catástrofe del Prestige, crónicas desde Estados Unidos cuando los atentados del 11 de septiembre, informaciones en Irak en los tiempos de la guerra… ¡¡Esta chica ahora protagoniza la Historia pero antes nos la ha contado a todos los españoles!! ¡¡Y de qué manera!!
Para terminar después de tanta clase de Periodismo he decidido ponerme un DVD con una historia romántica: Me he visto la boda. Sí, me he tragado de principio a fin la ceremonia religiosa que se celebró en La Almudena el 22 de mayo de 2004. ¡Qué boda tan bonita! ¡Qué guapos iban los novios! ¡Qué elegante la reina Sofía! ¡Qué hermoso lo que leyó la abuela Menchu con su voz de mujer de radio!
Y luego he pedido una pizza, me he puesto guarro y me he sentido culpable por ello. Pero eso no es para que lo cuente en este blog.