La crónica desde el Palacio de Oriente de un aspirante a biógrafo de Letizia
Letizia: Nombre que deriva del latín Lætitia Y eso es lo que hemos vivido en las calles los españoles que nos hemos echado a las calles en esta jornada histórica.
Al final me decanté por acudir a la Plaza de Oriente y allí me lo pasé como cuando voy a los conciertos de Madonna: luchando por la primera fila, nervioso ante la llegada de la diva y gritos y piropos cuando por fin nos honre con su presencia. Definitivamente, Letizia es la Madonna de las Instituciones Españolas.
Me levanté bien tempranito, me tomé un café rápido y me dirigí presto a tan mágico enclave. El madrugón dio sus frutos y conseguí primera fila para disfrutar de la llegada de Sus Majestades y disfrutar de su gloriosa salida al balcón de Palacio. La espera bajo un solazo de justicia se hizo a veces aburrida pero allí estaban los agentes de la Policía Nacional para amenizar la espera. Vean ustedes:
El ambiente de la gente, que fue llegando poco a poco, era divertido y pacífico. De vez en cuando se rompía la espera con vítores de ‘¡Viva el Rey!’ que con completaba con otro de ‘¡Viva la Reina Letizia!’. Entre la gente pude alternar con compañeros del gremio como con el simpatiquísimo Ricardo Saavedra, de ‘Cazamariposas’.
Y por fin llegaron los Reyes para estallido de locura generalizada. Todos con nuestras banderitas dábamos la bienvenida a los nuevos monarcas con sincera alegría y enorme respeto. Y luego el momentazo del balcón… ¡Qué maravilla! ¡Qué explosión de felicidad colectiva!
Cuando los reyes volvieron al interior de Palacio comprendí que ya se había acabado todo. Que el cuento llegaba a su final: La presentadora del Telediario por fin es reina.