Maximizando… la ausencia de Sofía
La fotografía pretende hablar del presente y del futuro de la Corona española. El Príncipe sonriendo con su "hija mayor" en sus piernas y el abuelo mirándoles feliz. Bucólico. Ellos de azul y ella de beige con lacitos. Saludables, afeitados, profiden. Ni joyas, ni bandas, ni tiaras, ni capas de armiño, ni un fondo teatral. Nada. Sólo un anillo en el meñique del abuelo, el de siempre. El anillo de siempre, digo. Luego, navegando en la web, aparecen al revés pero en pie. El Rey protege a Leonor y el Príncipe mira a lo lejos, muy simpaticote, con los puños apretados como si estuviera en un programa de Emma García. Pienso en 'El Juego de tu vida' pero no voy a fabular. "¿Has pensado echar a patadas a tu cuñado de la casa y luego hacer como si hubiera sido un accidente? Eso es… mentira". Brava Emma.
Una familia que, suponemos según la foto que maximizamos hoy, tiene cabezas coronables para muchos años. Sin embargo a mí, a pesar de las sonrisas, me parece la foto más triste de la historia. La ausencia de la "madre" como concepto es terrorífica. En la foto han decidido que no aparezca ni Sofía ni Letizia, mujeres y madres. Han dejado a Juan Carlos con su hijo y la pequeñita. De lejos parece una pareja gay que acaba de adoptar una rica criatura en Rusia, de cerca ya te das cuenta que no, que no son gays adoptantes, que son los monarcas. Es cosa de mi miopía.
Tres generaciones, un compromiso común. Así se venden. Suena tradicional (¡es una casa real!) y pretende parecer moderno porque han puesto un libro de visitas en el que se pueden mandar mensajes de saludo al Rey, aunque en el formulario de envío se puntualiza que "debido al volumen de mensajes que se reciben por este canal, no se envían respuestas personalizadas". Vamos que es como enviar mensajes al espacio con perras Laikas que acaban flotando entre Marte, Júpiter y Venus. Es más probable que nos conteste Lady Gaga en Twitter a que nos responda la Casa Real en su nueva página web.
Por si acaso, si tenemos problemas con el idioma siempre podemos usar el inglés y las otras cuatro lenguas cooficiales de España, el catalán, el euskera, el gallego y el valenciano.
No voy a entrar en polémicas porque ellos han decidido no entrar. Ellos no ponen fotos de Botsuana, ni de Urdangarin en los juzgados, nada del caso Noos, ni de Cristina gritando a los fotógrafos. Es una página como me haría yo la mía, sin conflictos. Yo, maximizo, me quedo con las ausencias de las madres. Pobre Sofia. Otra vez.