Maximizando… los pelos de Tita Cervera
"Debe ser perfecta para tomarse un gintonic porque debe tener conversación de todo"
Cualquiera que la vea si no la conoce diría: “Esta mujer está pasando por una crisis…”. Pero ahí está, forrada hasta las cejas, llena de cuadros, palacios, barcos y soledades. Rica de todo. Y sin peinar.
Es lo que tienen los ricos, que pueden hacer lo que les salga del bolo. Los pobres intentamos ir bien hasta en las comuniones de los sobrinos. Por eso maximizo su pelo, sus pelos, su coiffure. La que fue Miss España 1961 parece siempre recién levantada, como si tuviera muchas cosas que hacer y nunca tuviera tiempo de hacerlo todo. Me levanto, me ducho, me visto, me tiro a las calles y… ¿qué? ¿Cuento cuadros? El 3 de julio pondrá a la venta uno de esos lienzos de su colección. Se trata de 'The Lock' del artista británico John Constable y que podría alcanzar un precio de 30 millones de euros. Cash, necesita cash. Hay que mantener el resto del patrimonio y con un cuadro parece ser que lo soluciona.
Demasiados quebraderos de cabeza, supongo. Todas las familias felices se parecen, las infelices los son cada una a su manera (Leon Tolstoi). Maximizo… su pelo. Por curioso.
María del Carmen Rosario Soledad Cervera y Fernández de la Guerra, baronesa viuda Thyssen-Bornemisza (de casada, María del Carmen Rosario Soledad Freifrau von Thyssen-Bornemisza de Kászon et Impérfalva), conocida popularmente como Tita Cervera o Tita Thyssen no va nunca peinada. Así, sin más. Divinamente alocada.
Lo que pensaría si no tuviera que escribir este maximizando es que es el típico pelo de salir agitada después de un buen meneo en un ascensor; vamos, en un Thyssen mismamente, pero no lo voy a decir porque soy prudente. O como si viniera de una algarada callejera, pero tampoco es el caso.
Es un pelo de pasar de todo. Tita lleva ese típico desenfado de mujer satisfecha, que no necesita piropos, que vive y pasa de lo que quiere. ¿Para qué ir a la peluquería con las cosas interesantes que tengo que hacer? Pensará.
Me gusta, me gusta mucho. Y no sólo por su auténtica pasión por los animales o por mantener los históricos árboles del paseo del Prado. Me gusta porque otra señora (de esas pititas marbellís que gustan de aparentar en fiestas, sin duda con menos dinero que Tita) iría hecha un todoacien de adornos y peluquerías para aparentar. Y ella, nuestra Tita, en cambio, va con la cara brillante como los euros y el pelo revuelto sujetado con minipinzas del chino. Eso es arte y no lo que tiene en la Castellana. I love Tita.
Maximizo… Carmen debe ser perfecta para tomarse un café o un gintonic porque debe tener conversación de todo: de arte, de actores, de misses, de política, de familia, de tarzan, de nueras… de todo. Lo que daría por escribir este maximizando con ella. Mirándole el pelo revuelto sin cepillar. Maravillosamente Tita. Maravillosamente indomable.