Ni miedo a la oscuridad ni a los monstruos, una app para superar los temores infantiles
Raphaël, el retoño de Carlota Casiraghi; su primo, Sacha, hijo de Andrea; Milan, el primogénito de Shakira y Piqué; el bebé de Sara e Iker... Han nacido ricos y/o famosos pero, como el resto, son niños que reirán, llorarán y, bastante a menudo, sufrirán miedos infantiles. La app ‘Bye Bye Fears’ ayuda a hacer frente a estos temores.
Colchón, Culito de Rana, Edredón y Gamberro forman una cuadrilla dispuesta a combatir los miedos de los más pequeños de la casa. “El objetivo es crear hábitos y superar sus inseguridades, miedos y rabietas de la forma más divertida”, explican los creadores de este videojuego, disponible en dos versiones –gratuita y de pago (2,69 euros)- para iOS.
Así, cada personaje representa un tipo de miedo con el que lo pequeños pueden identificarse. Colchón teme a la oscuridad y a lo que pueda aparecer cuando se apaga la luz... Para ayudarle, los niños tienen que hacer cosquillas a todos los monstruos que se encuentren.
Culito de Rana es una ranita sana que no se atreve a saltar por si se hace daño. En su caso, tendrá que recorrer varios caminos brincando de piedra en piedra y de flor en flor. Llegará a su destino y se dará cuenta de que nada malo le ha pasado.
Cuando Edredón se mete en la cama no puede dormir y hay que ayudarle a combatir todas las distracciones. Mientras tanto, Gamberro –mitad gamba y mitad perro- es un rebelde que suele meterse en problemas. ¿Su mayor miedo? Que su familia deje de quererlo.
‘Bye Bye Fears’ surge como una evolución natural del trabajo que lleva realizando desde 2008 la empresa española Fluff. Fundada por jóvenes emprendedores, su misión es la de “acercar la psicología infantil a través del juego, de forma sencilla y divertida, a las familias y profesionales infantiles de todo el mundo, a través de diferentes formatos de productos de entretenimiento, como pueden ser juguetes, videojuegos, apps o cuentos”.
Además de su contenido educativo, este videojuego destaca por el buen uso que hace del potencial tecnológico de los dispositivos móviles. Cada pantalla, cada protagonista, cuenta con una interactividad diferente.
“Cada personaje dispone de una mecánica de juego única, utilizando las diferentes posibilidades que ofrecen las tablets y smartphones; pantalla multi-táctil, arrastres con el dedo y osciloscopio. La combinación de estas herramientas ayuda a desarrollar los reflejos, coordinación y psicomotricidad de los niños”, concluyen desde Fluff.