Poesía NO eres tú, Chus Visor
Chus Visor es un pedazo editor de poesía. 900 títulos editados en la editorial Visor. Y este pedazo de editor imprescindible sostiene que las mujeres españolas son peores poetas que los hombres españoles. Así lo ha dicho, sin despeinarse, en una entrevista concedida en El Cultural a la periodista Nuria Azancot (26.06.15). "Lo siento, pero creo que la poesía femenina en España no está a la altura de la otra, la masculina, digamos, aunque tampoco es cosa de diferenciar. Desde luego, si vas a coger a las poetas desde el 98 para acá, es decir, todo el siglo XX, no ves ninguna gran poeta, ninguna, comparable a lo que suponen en la novela Ana María Matute o Martín Gaite. No hay una poeta importante en el 98, ni en el 27, ni en los 50, ni hoy. Hay muchas que están bien, como Elena Medel, pero no se la puede considerar, por una Elena Medel hay cinco hombres equivalentes".
Y arden las redes y leo en muros de colegas (hombres y mujeres) nombres y nombres y más nombres. Y venga de fotos llenas de libros de poesía escritos por mujeres. En estanterías, en el suelo, en mesillas de noche... Y venga de bibliografía para Chus Visor. Y listas y más listas desperdigadas en facebook y en twitter. Y leo Miriam Reyes, Elena Medel, María Eloy-García, Berta García Faet, María Ramos, Luna Miguel, Carmen G. de la Cueva, Ana Rossetti, María Mercromina... Todos los nombres así, mezclados, sin criterio alguno, nombres cabreados. No son nadie en esta mezcla rara de la rabia y de ira pero sí son MÁS.
Y estoy jodida. Pero bien jodida. Y estoy muy triste. Bajón total.
Yo conocí a Chus Visor hace más de diez años, cuando yo tenía menos de 30 y él menos de 60. Y yo iba con libreta de notas a todas las presentaciones de libros habidas y por haber en Madrid (porque era periodista en elmundolibro.com) y escuchaba mucho más de lo que leía. Y me sentía tonta al lado de los que sabía muy listos (y con razón porque hay gente muy cojonuda en el mundo de los libros). Entonces (y ahora) Chus Visor fumaba Marlboro como sólo he visto hacer a los tíos de Mad Men y a algunos hombres muy hombres de la cultura española. Que serán o no gilipollas, pero que siempre han fumado de maravilla. Y entonces me pareció un hombre muy sabio y muy leído que seguro que tenía una biblioteca de madera con escaleras de esas que se mueven de un lado a otro en su casa y tal.
Y la tenía, que después la he visto en fotos. Y la sigue teniendo bien grande, la biblioteca. Y con el tiempo ha llegado a tenerla muy gorda, la cartera. Pero después de tanto medírsela y a pesar de tenerla tan grande y tan gorda, se le ha quedado muy hueca: la cabeza. Porque ahora resulta que, 900 títulos después, el humo de sus cigarros no es lo único vacío y petulante que exhala Chus Visor. Y me destroza el tema porque yo creía que la poesía te hace grande. Y te hace bueno y bello y como mínimo un poco listo. Y que alguien que dedica la vida a los libros no puede ser tonto. Pero no. Era todo mentira. Ni siquiera editaba poesía, que editaba poetas (varones y vendedores, a poder ser) el muy editor. Y ahora resulta que Chus Visor habla de "poesía femenina en España" y dice a continuación que "tampoco es cosa de diferenciar". Y que cita a Elena Medel para decir que no le vale porque "Por una Elena Medel hay cinco hombres equivalentes". ¿Qué quiere decir? ¿Qué hacen falta cinco tíos juntos para igualar un poema de Elena Medel? ¿Que los poetas equivalen unos a otros? ¿Que cinco poemas regulares hacen un Rilke, por ejemplo? Qué asco. Vete a jugar en bolsa Chus, a ver si ahí te funciona la estadística. Por lo demás, la gran Medel ha recogido el guante y le ha respondido a Chus con #ciendecien inmensas poetas españolas.
Qué mal, qué mal, qué mal. Qué vergüenza estoy pasando, por favor. Yo es que no me creo que esto le pase a un editor de poesía en Inglaterra tal día como hoy. Que vale que haya que gritar que no nos representan a los políticos, pero si hay que escupirlo a un editor de este calibre, mal, MAL, PEOR.
Y no es por el rollo de ser tía ni de cuotas ni nada de eso. Es por la pena que me da. Y conste que mi pena no va de úteros ni placentas ni de la leche que mamó el señor Chus Visor. Que es peor. Que es una pena muy grande porque después de toda una vida de poesía sólo te quede por plantar una guinda de mierda sobre el pastel de nata que quieres hacernos tragar, Chus Visor. Cómete tú esa tarta y que te aproveche. Que el aliento poético del que presume es el que mereces. Poesía no eres tú, Chus Visor.