En divinity nos encanta el benjamín de la realeza inglesa. Sus rizos, sus pecas, su travesuras, su punto díscolo. Es carne divina, además de real, y sus andanzas son propias de celebritie. Que si fumo marihuana a los 17 y me pillan, que si ahora bebo con mis amigos y me vuelven a cazar, que si me disfrazo de nazi alemán por carnaval, que si ahora me pillan en Las Vegas con una novieta en un motel de carretera y me hacen la foto de rigor… Qué grandes momentos nos ha dado. Tantos que la family se ha puesto seria y han querido hacer de él un hombre de provecho. O sea, un militar.

La última es que lo han mandado a Afganistán (20 semanas a la guerra, por malo) y que ha declarado que ha tenido que matar talibanes y todo. Que vale, que es un “proyecto Harry” en toda regla y que bien está. Pero no hay necesidad del portpholio a lo Vanity Fair que se han marcado. Que el pobre Maverick (nuestro querido Tom Cruise de Top Gun) palidece ante el reportaje del británico guerrero que se ha marcado la monarquía inglesa. Permítase aquí sospechar que alguien importante ha dado permiso al fotógrafo de moda, perdón, al fotógrafo bélico que ha tomado estas fotos para presentarse en plena maniobra.

No y no y no hay necesidad. Era suficiente con que el Ministerio de Defensa anunciara que el príncipe de 28 años de edad, ha estado en un despliegue de 20 semanas en Afganistán, donde sirvió como piloto de helicóptero… Porque una imagen vale más que mil palabras… O no. Con semejante despliegue hace que toda esta carrera militar parezca el montaje que por supuesto no es.

'El niño salvaje' fue encontrado fumando Marihuana a los 17 años de edad y bebiendo con sus amigos siendo menor de edad, entraría en conflicto con los paparazzi físicamente fuera de las discotecas, y fue fotografiado en la casa de Highgrove en un "colonial y nativo", en una fiesta de disfraces en la que llevaba un disfraz de nazi alemán con un brazalete con la esvástica. Más tarde se emitió una declaración pública pidiendo disculpas por su comportamiento.

Para él también hubo peligro. Por primera vez, el príncipe Harry de Inglaterra, tercero en la línea sucesoria al trono, habló de su experiencia de cinco meses en la guerra de Afganistán como piloto de helicópteros de combate. Y lo hizo para reconocer que había matado talibanes: "Disparamos cuando teníamos que hacerlo. Te llevas una vida para salvar otra".

Apodado cariñosamente por su familia como Príncipe Harry, es el hijo menor de Carlos, príncipe de Gales y de Diana, princesa de Gales y nieto de la reina Isabel II del Reino Unido. Ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión al trono británico, después de su padre y de su hermano mayor, el Príncipe Guillermo, duque de Cambridge. Su apellido sería Windsor; sin embargo, los miembros de la familia real británica oficialmente no tienen apellido. A falta de éste, utilizan como apellido el nombre de su título, en este caso, Gales (Wales).

El príncipe Enrique ha sido portada en numerosas ocasiones de la prensa británica, por su reconocido consumo de drogas, fotografías en las que se le veía consumiendo alcohol y fumando, vestido de nazi en una fiesta de disfraces, y por un altercado con unos paparazzi a la salida de una discoteca.

Mientras estaba de vacación en Las Vegas, Estados Unidos, en agosto de 2012, Harry fue fotografado desnudo con una chica no indentificada en una habitación de un hotel. La foto fue publicada el 21 de agosto por el sitio TMZ y después por la prensa británica e internacional. Para evitar una publicación en Inglaterra, la casa real indicó que podría contactar a la 'Press Complaints Commission' (PCC). Actualmente la casa real está tratando de restaurar su imagen pública haciéndole partícipe de actividades benéficas y humanitarias.